domingo, 31 de octubre de 2010

Una abismal diferencia


Cada partido que pasa me doy más cuenta de lo poco tiene que ver el Lagun Aro GBC de esta temporada con el de la pasada. El partido de ayer ante Valladolid es el típico que antes jamás se ganaba, el clásico freno a nuestra progresión, cosa que hoy en día parece historia. A nuestro equipo le faltaba ser capaz de desenvolverse con destreza en partidos feos, a contrapié, los que se disputan fuera del guión establecido. Y ahora, según parece, prospera hasta en estas situaciones. Esto me refuerza en la idea de que este equipo es mucho más de lo que ha sido nunca. Para ganar partidos como el que nos ocupa, hace falta cumplir ciertos requisitos que antes nos eran extraños y ahora cada vez más familiares. Por ejemplo, que si te cierran unas puertas, sepas como acceder por otras (circunstancia antaño utópica). Pero también, en un partido cuesta arriba, ganar el rebote por diez rechaces de diferencia, perder menos balones que tu rival y rozar el 90% en tiros libres son una buena base en la que apoyarse.

Y más allá del 4-1 y el puesto en la tabla, me ilusionan esas abismales diferencias positivas respecto a tiempos pasados. Porque algo ha cambiado y lo ha hecho en el mejor sentido. Tenemos un equipo que compite a las duras y a las maduras, con el viento a favor y en contra. Esto último sabía Porfi Fisac que no era la especialidad del GBC, que con el viento en contra los de Laso solían frustrarse. Pero solían, en pasado, ya no lo hacen. Ahora da la sensación de que el Lagun Aro es un equipo lo suficientemente maduro para capear el temporal durante más de tres cuartos hasta que aperece la oportunidad que han estado buscando todo el partido para dar el golpe de gracia. Y en medio de ese temporal, hay un capitán con mano firme para sujetar el timón. A Ricardo Uriz le han concedido tres triples. Prácticamente le han invitado a tirarlos cuando el GBC perdía por diez. Y los ha metido los tres.

Lo mismo puede decirse de Domen Lorbek, que también ha recibido una bonita invitación para mirar al aro y mal que bien la ha asumido, dando de paso un buen tono defensivo que su equipo ha agradecido. Con el que no quería contar Valladolid en la fiesta era con Jimmy Baron, y en un encuentro complicado para él, ha sumado, ha firmado un (meritorio) 3/7 en triples, incluido uno en la recta final de partido que le ha dejado claro al Blancos de Rueda que si pretendía acercarse en el marcador, de eso nada. Me gusta que el jugador llamado a ser la referencia ofensiva exterior del equipo sepa esperar su momento. En un día donde el partido no estaba para brillar, lo importante era salir airoso y Baron lo ha conseguido.

Exactamente igual que lo ha hecho David Doblas. Seguimos con la alternancia de buenos partidos para nuestra pareja titular en el interior; la cruz en esta ocasión para un errático aunque voluntarioso Albert Miralles y la cara para un David Doblas con evidentes signos de madurez.

Hay que tener en cuenta que el Lagun Aro venía de firmar porcentajes en los tiros de dos de 63% y 81% en los dos últimos partidos. Porfi, que no es tonto, ha querido cerrar esa puerta. Pero si te cierran una puerta... 44% en triples para meter 33 de los 59 puntos en juego (sin contar tiros libres), lo que supone más de la mitad.

Con todos estos ingredientes, un partido rudo, duro y trabado se traduce en una victoria más que satisfactoria y la confianza en el equipo crece por momentos. Ya sabíamos que cuando brilla el sol y el acierto aparece, nuestro equipo es competitivo; ahora comenzamos a entender que también puede serlo cuando se ciernen nubarrones y la cosa se complica. Bien por el GBC.

Y me surge la pregunta, ¿qué más se le puede pedir al equipo? Hasta el momento, nada. Pero pensando en lo que se avecina, existe otra asignatura pendiente en el debe del Lagun Aro. Y no es otra que el hecho de que cada vez que ha generado ciertas expectativas, la presión ha hecho presa del equipo y el bajón ha sido acusado. Es una realidad que el GBC firma un récord de 4-1, que le coloca como cuarto clasificado de la ACB, siendo además colíder de la Liga. No hay nada de malo en ello, más bien al contrario, y deberíamos poder decirlo orgullosos en lugar de temerosos por culpa de viejos fantasmas. A estas alturas, ya hemos matado algunos de esos espectros del pasado que vienen a recordarnos antiguas penurias, es hora de acabar también con este temor a aceptar que tenemos mimbres para algo más. Para algo más que sólo aspirar a poner dos equipos por debajo al final de la temporada. Para dar un paso al frente. Creo que hay que gestionar este tema con naturalidad, que no es ni una cosa ni la otra, ni euforias ni complejos. Disfrutemos del buen sabor de boca con el que nos vamos a casa y ya está.

Lo mejor de todo esto es que la próxima semana vamos a Madrid sin nada que perder, nadie le va a exigir al Lagun Aro una victoria frente a los de Messina. ¿Pero porqué no soñar con ella? También es cierto que el calendario va a complicarse y que una despensa llena de victorias dará calorcito cuando lleguen tiempos difíciles. Para eso no esta tampoco nada mal saberse cada día más solventes en casa. Por el momento, ya son cuatro las victorias de diferencia respecto a los puestos de descenso y sólo quedan ocho hasta las doce que suelen traducirse en salvación. Me temo que va a ser inevitable que cierto halo de euforia envuelva al equipo los próximos días, tan importante como saber abstraerse de las críticas en los momentos malos, va a ser hacer lo propio con las loas y los halagos que van a llover a partir de ahora. El equipo tiene que seguir con la misma actitud que viene mostrando: Vamos a por el próximo partido, que lo demás es accesorio.

Y antes de acabar, quiero hacer una pequeña reflexión sobre el asunto quizá más decisivo en la abismal diferencia que marca este Lagun Aro GBC. Es verdad que la riqueza del ataque es amplia, opciones y protagonistas para ejecutarlas los hay de sobra. Pero querer mantener este nivel y sacar este tipo de victorias sin defender, sería como querer que amaneciera por el oeste o como pretender alumbrar el día con luces de tungsteno. Un sinsentido puro y duro. Por suerte, absolutamente todos dentro del equipo están comprometidos con esa causa. Y es lo que está haciendo que un equipo otrora del montón, logre trascender entre la multitud. Tenemos un grupo con grandes dotes ofensivas, pero sin defender no vamos a ninguna parte. Lo bueno de todo esto es que con victorias como la de ayer, cimentadas en el carácter por encima del acierto, comienza a ser palpable una abismal diferencia.

Share/Save/Bookmark
sigue leyendo

jueves, 28 de octubre de 2010

Uno Contra Uno: Albert Miralles, ¿cuatro o cinco?

Iniciamos una nueva actividad. Un diálogo desahogado de barra de bar o de café tibio sentados en una esquina de la cafetería del barrio. Un ejercicio de compartir BA-LON-CES-TO sin otro objetivo que intercambiar opiniones e incentivar el debateCarlos Belío y yo mismo (Iker Sagasti) nos enfrascamos en una discusión que puede nos lleve a alguna conclusión y seguro a muchas más preguntas.

 Albert Miralles

¿Es Albert Miralles un 4 ó es un 5 undersize? ¿En qué posición explota mejor sus condiciones? ¿Encaja en lo que el baloncesto actual busca en esa posición?




Carlos
En mi opinión, Miralles es más determinante desde el puesto de 5. Sus condiciones físicas y técnicas rinden más cuando por su movilidad lo hace en esa posición. No tiene un buen tiro ni capacidad para jugar con el bote. Su fuerte en ataque son las continuaciones tras los bloqueos directos y cargar el rebote ofensivo. Cuando se enfrenta a cincos más lentos, les gana por velocidad. En defensa sufre ante pivots grandes que le meten cerca del aro y no es un excelso reboteador.
Sus números la pasada temporada abalan mi apreciación. Es un terminador del juego que le generan sus compañeros. Esta temporada ha tenido su mejor partido, después de sufrir mucho, cuando su compañero Doblas se cargó de faltas y Kone se lesionó teniendo que jugar de 5. ¿Resultado? 15 puntos y 9 rebotes. Eso sí, ante un equipo (Estudiantes) de 5's pequeños y en crisis de juego.


Iker
No puedo estar menos de acuerdo amigo Carlos. Albert Miralles es claramente más determinante y útil jugando como 4, no sólo porque durante su carrera haya jugado sus mejores temporadas en esa posición, sino que su condiciones y características como jugador, en mi opinión claro, se adaptan mucho mejor al ala-pívot que al cinco puro y duro. Quizá no a ese ala-pívot moderno capaz de tirar de tres y atacar el aro de cara con el bote, pero sí ese cuatro clásico que acompaña a un pívot pesado. Tú lo has dicho, Albert sufre con ante pivots grandes y no es un excelso reboteador (añado) cuando está plantado en la zona. Sus prestaciones reboteadoras, sobre todo en ataque, se potencian cuando entra en carrera en pos del balón.
Cuando más cómodo se siente Albert es jugando al lado de un pívot pesado, pero no jugando abierto, sino acompañándole en el entorno de la zona, porque Miralles no tiene kilos pero es veloz jugando al poste. La mayor ventaja que crea Albert aparece al meter a ala-pivots ligeros en la zona y aprovechar sus habilidades al poste para hacerles sufrir. El ejemplo perfecto, el último partido, defendido por Carner-Medley, Clark o Gabriel, se forra a meter puntos bajo el aro. Tal y como está planteado el ataque del Lagun Aro, Albert Miralles se convierte en una pieza más que útil cuando juega como ala-pívot interior, los defensores perimetrales salen muy lejos y dejan a Doblas y Miralles en situaciones de uno contra uno, los entrenadores rivales parecen subestimar nuestro juego interior, pero, sin ayudas, ambos son letales y juntos, mucho más. Los primeros partidos brilló David, el domingo le tocó a Albert, que dicho sea de paso, se sacrificó en las primeras citas ocupándose del trabajo sucio. Sin duda, Albert de cuatro por todo lo dicho y por un último detalle: Él prefiere jugar de cuatro y se siente más confortable en esa posición.


Carlos
Es que su carrera como 4 ha sido mediocre precisamente por el argumento que los dos estamos compartiendo: Es un 5 en el cuerpo de un 4. Eso, en el baloncesto actual donde el prototipo de 4 es el de jugadores capaces de abrir el campo con su tiro y su polivalencia para poder jugar desde el bote, hacen del bueno de Miralles un jugador desfasado. Con sus 205 centímetros y sus kilos "debería" jugar de 4, pero sus características brillan más en el 5. Tanto él como Doblas (jugadores diferentes pero de roles similares en el equipo) aprovechan sus características cuando tienen a un compañero tirador (y anotador) al lado. Ambos brillan cuando Skita, además de otros jugadores como Baron o Salgado, les abre el campo. Los dos en pista ocupan los mismos espacios. ¿Se complementan? Yo creo que hay otras parejas más complementarias y el juego hasta la fecha así lo confirma.


Iker
No pienso que su carrera sea mediocre, al contrario, más bien sólida sobre todo en Italia jugando precisamente de cuatro (su actuación casi le lleva a la NBA); otra cosa es que después no respodiera a las enormes expectativas que había generado su llegada a Pamesa. Por suerte, esa circunstancia es la que propicia que juegue en Donosti, un lujo que tenemos que valorar. Cierto es que poco tiene que ver con el típico ala-pívot que se estila últimamente -en el que, dicho sea de paso, se echa de menos cualidades en la zona, a la mayoría les entra urticaria cuando pisan la pintura-. Donde tú ves un jugador desfasado yo veo un cuatro clásico, ideal para el juego entre pivots que cada día se echa más de menos en el baloncesto europeo de hoy en día (paradíjicamente, equipos prósperos como Barça o Baskonia lo están recuperando con éxito).
Insisto en que tal y como está estructurada la plantilla y la idea de juego que está implementado Pablo Laso este año (muy alejada a la de la pasada temporada), Albert Miralles se me antoja una pieza fundamental jugando como cuatro. Todavía no se ha visto en demasía, pero el entendimiento entre Doblas y Miralles en el entorno de la zona es grande, se conocen muy bien y estando cerca el uno del otro, lejos de molestarse, obligan a los defensores a tener que optar si ayudar o no. De momento no ayudan y los números de ambos han sido buenos de manera alternativa -los dos primeros partidos para David, los dos últimos para Albert-, pero la fórmula funciona y tiene margen de mejora. Hay razones de sobra para argumentar que Miralles es mejor para este equipo como cuatro, en contra está de momento su tiro, que me consta que está trabajando por mejorar. Si calma su ansiedad a la hora de atreverse a lanzar de media distancia lo va a conseguir, porque no tiene mala mano. Pero vamos, que me parece un acierto haber reconvertido el Miralles cinco suplente aunque importante de la temporada pasada en el cuatro titular y pieza clave para el equipo de esta campaña. El tiempo lo dirá.


Carlos
Su carrera es mediocre. De ser una promesa de la excelsa cantera verdinegra (la Penya) a tener que irse a Italia porque nadie en España pagaría la desorbitada cifra de sus derechos de formación al Joventut. De ahí a Pamesa (club que se ha hecho famoso por fichar medianías con sueldos de superestrellas) y al Lagun Aro rebajando ostensiblemente sus pretensiones. En lo de la NBA ni entro porque allí también estuvo sonando un tal Sergio Sánchez (entre otros muchos que seguro conoces). Sobre la vuelta del 4 clasico por parte de Caja Laboral y Regal Barcelona... ¿hablas de Teletovic, de Morris, acaso de Lorbek? De los 3, el único que juega de espaldas al aro es el esloveno, pero es que además sabe jugar de cara con el bote y si no le defiendes el tiro de tres puntos te las clava que da gusto. Vamos, que los 4's clasicos de esos equipos, como que no.
Miralles ha rendido sobre todo cuando jugaba con Skita; cuando sustituía a Doblas en el 5 y en los dos partidos con 5's más delgados de la liga (Menorca y Estudiantes). Es más, de 4 sufre en defensa y hasta la fecha, se carga de faltas, no rebotea lo que un 4 'clásico' debería. La clave en el rendimiento del equipo está en la aportación de Skita. Él sí está, de momento, revalorizándose.


Iker
¿Cincos delgados de la Liga? ¿Caio Torres, Germán Gabriel? Ejem... Y no, no hablo de Morris, Teletubi o Lorbek, hablo de Vázquez jugando con Ndong, de Barac con Splitter la temporada pasada o de Felipelas jugando con Tomic en el Madrid. En todos estos casos, con uno de ellos amenazando en el tiro de media distancia. Una fórmula eminentemente interior que también tiene la opción de cuatro abierto, como el GBC con Skita. De hecho, el año pasado no teníamos esa versatilidad o no queríamos utilizarla y este año sí, gracias precisamente a ese carácter de twinner que tiene Albert, ningún otro jugador de la plantilla podría jugar de 4 y de 5. Creeo que eres muy duro con Albert, a mí me parece un muy buen jugador y una de las razones principales que me hace soñar con que el Lagun Aro aspire a un salto de calidad que le lleve a pelear por algo más que por sólo salvarse.
Dos asuntos en los que me parece que estás siendo un poco injusto con Miralles. Es cierto que ha comenzado cargándose de faltas, pero qué faltas... Tapones legales que le cobran personal, defensas físicas en la pintura que a otros jamás les pitarían; es una cuestión de que nos comiencen a respetar un poco más los árbitros. Esa falta de respeto ante el Estu hizo presa de David en lugar de Albert. Y por último, la comparación con Skita... No es que me queje de lo que nos está dando el georgiano, básicamente es lo que le pido y estoy encantado. Pero lo suyo son fogonazos mientras lo de Miralles una aportación constante durante todo el partido. Con todo lo que padeció el catalán en los primeros partidos, la valoración acumulada en este momento, 38 para Skita, 35 para Albert -uno ha jugado 92 minutos y el otro 93- ¿Y rebotes? 24 a 19 para el catalán, que para tus dudas en esta faceta te diré que es el mejor del equipo en esta suerte del juego. Con papeles diferentes, pero ya que hablas de revalorizarse, no creo que Miralles tenga nada que envidiar. Y a esto, sumando que en defensa está dando muchísimo y que estando Salgado y Uriz hemos pasado por encima de su habilidad en el Pick&roll. Quizá no se ve o no se haya visto tanto su aportación al equipo, pero en mi opinión él es, desde el puesto de cuatro titular, una de las claves del gran comienzo de temporada del Lagun Aro GBC.
Albert de cuatro o Albert de cinco, que cada uno tome su decisión, yo la mía la tengo tomada y está clara: es el ala-pivot titular que necesita el Lagun Aro GBC.


¿Y tú qué opinas?



Share/Save/Bookmark
sigue leyendo

domingo, 24 de octubre de 2010

Esto pinta bien


Esto no ha hecho más que empezar y aún no hemos conseguido nada. Pero qué buena pinta tiene el Lagun Aro GBC. Desde el año del primer ascenso, ésta es la temporada que más sentimiento de equipo percibo; las muestras de unidad, complicidad, amistad, compañerismo, colaboración, empatía y buen rollo son pingües, constantes y sobre todo, ilusionantes. Digo que aún no hemos hecho nada, pero poco más se puede hacer por el momento. De hecho, el equipo ha conseguido ya unos cuantos logros: Distanciar los puestos de descenso (primer objetivo, la permanencia; que no se nos olvide), restarle tres victorias a las doce que prácticamente te mantienen en la ACB, firmar el mejor inicio de la historia del club en la ACB y colocarte quinto en la tabla después de cuatro jornadas completadas. Todo esto no es poco, pero hay ciertos detalles que para mí son mucho más importantes que lo anteriormente señalado.

Pequeños detalles que marcan grandes diferencias. El primero de todos, la defensa. La impresión general de solidez poco tiene que ver con la de la temporada pasada. En parte motivado por los cambios en la normativa, Pablo Laso ha adaptado muy inteligentemente su fórmula defensiva con resultados, de momento, prósperos, y por que no decirlo, impresionantes.

Pasamos de ser un equipo que tradicionalmente provocaba porcentajes muy bajos en tiro de tres del rival y a cambio, permitíamos porcentajes altísimos en el tiro de dos. De hecho, alguna temporada fuimos el peor equipo en la defensa del tiro de dos. La agresividad sobre el balón y las líneas de pase, el fomento de la responsabilidad individual por encima de las ayudas, normalmente dejaba grandes huecos en la zona y a nuestros postes expuestos. Si tuviera que buscar una palabra que definiera el cambio en la defensa del GBC, ésta sería solidaridad. Bueno, solidaridad y compromiso colectivo. Nos hemos convertido en una defensa mucho más incómoda e ingrata para el rival. El equipo está completamente concienciado en la labor defensiva y esto ofrece un empaque al equipo que en ataque se traduce en tranquilidad. ¿Por qué es esto así? En temporadas anteriores hemos hablado mucho de los apagones que sufría el equipo durante el transcurso de los partidos. Encuentros que se llevaban muy bien pero que por unos malos minutos en ataque se nos escapaban. Y es que es difícil mantener un alto nivel de acierto durante los 40 minutos, siempre puedes pasar un rato en el que no consigues anotar con fluidez. Pero resulta que cuando estás fuerte y serio atrás, estos bajones en ataque se notan menos. Si no te están saliendo las cosas adelante pero te sientes confiando en tu defensa, de alguna manera sabes que vas a sacar el partido adelante.

Y esto es lo que viene pasando últimamente con el GBC. Esos momentos de irregularidad ofensiva han acaecido igualmente en los partidos de esta temporada; pero la buena defensa ha sostenido al equipo hasta que el ataque ha vuelto a funcionar.

Creo firmemente que la predisposición defensiva del equipo que entrena Pablo Laso es lo que está marcando la diferencia. Porque de talento en ataque vamos bien cubiertos en todas las posiciones. Tarde o temprano, se encuentra la manera de llegar al aro con acierto. Y para mí, la otra pequeña gran diferencia con respecto a la temporada pasada está en el aspecto de la fórmula ofensiva. No me digan que el año pasado no tenían muchas veces la sensación de estar viviendo un constante uno contra uno... Decir eso puede ser exagerar, pero sí es cierto que la fluidez en la rotación de balón y la mejora en la toma de decisiones han dado otra cara a nuestro ataque. La dirección de juego es un abismo entero mejor. Lo voy a decir otra vez, ¿en qué demonios estaban pensando en Bilbao para dejar libre a Salgado? La aparición de Javi, unida al incremento en el peso específico de Uriz en el equipo y una definición clara de su papel en el grupo desde el principio está dando grandes beneficios.

Pero además, el puesto de escolta poco tiene que ver con lo que estamos acostumbrados. No hablo sólo de un jugador sino de la concepción del puesto dentro del ataque del GBC. Jimmy Baron beneficia al equipo cuando anota y cuando no. Crea espacios, no retiene la bola, no detiene el ataque, aleja defensores de la zona en lugar de acercarlos. Encaja a la perfección en la idea ofensiva general de este Lagun Aro. Doblas y Miralles se benefician de su presencia; Panko, también. Por no hablar que cuando Javi y Ricardo atacan por su flanco jamás hay ayuda desde el perímetro. El acierto es de momento, absoluto. Cuando un jugador es bueno por sí mismo pero su presencia mejora a sus compañeros, poco más se le puede pedir. ¿Antwain Barbour mejoraba de alguna manera a sus compañeros o al juego colectivo? El salto de calidad es enorme.

Y centrándonos más en el partido frente a Estudiantes, lo primero de lo que me alegro es de que por fin Miralles ha visto recompensado su esfuerzo con un partido brillante. Desde la primera jornada se viene sacrificando, dejándose la piel por el bien del equipo y al fin le han salido las cosas. La progresión de Panko es tan evidente como evocadora y la sensación de que Ricardo Uriz está comodísimo jugando en el Donostia Arena es cada día más clara.

Pero no sólo Ricardo, todo el GBC está haciendo de su cancha un fortín. No olvidemos el detalle que acumulamos seis victorias seguidas en casa. No creo que este dato sea baladí. Se puede argumentar que lo que pasara al final de la temporada pasada de nada sirve en ésta; pero aunque los resultados de entonces no valgan, el empeño del equipo en hacerse fuerte en casa, ese espíritu de que nadie va a sacar una victoria con facilidad de nuestra cancha, se estableció entonces y se mantiene hoy. En mi opinión, una de las mejores noticias de este inicio liguero. Además de sumar victorias, el equipo se siente reforzado jugando en casa.

Y si la fortaleza como local es una de las mejores noticias, la cifra de asistencia me deja entre sorprendido y triste. No tengo ninguna duda de que si el Lagun Aro sigue jugando así, la media de espectadores va a volver a subir. Incluso estoy convencido de que el próximo fin de semana ante el Valladolid la entrada va a ser muy superior. Pero realmente es una lástima que gente a la que le gusta disfrutar del baloncesto se esté perdiendo a este GBC, su calidad y ganas, todo lo que transmite a los aficionados. Me ha sorprendido mucho ver el dato oficial de 5.710 asistentes, yo juraría que había más... Pero vendrán.

Y para todos aquellos que quieren empezar a pensar en algo más, que quieren construir castillos en el aire, les voy a decir que todo eso serán posibles consecuencias siempre y cuando este equipo encuentre la constancia. Y que la mejor manera de triunfar es pensar sólo en el siguiente partido. De momento, se han sentado las bases, que no es poco. Pero el camino es largo y hay que andarlo paso a paso. En este último partido, sin fijarme en nombres, los que vestían de blanco me han parecido mucho más equipo que los de azul. Estamos ganando partidos porque jugamos mejor a baloncesto que nuestros rivales, es lo mejor que nos puede estar pasando.

Lo próximo que se avista en el horizonte es una prueba mucho más complicada: Un Blancos de Rueda Valladolid que es sinónimo de dureza y efectividad. Que está con el mismo balance de 3-1 que nosotros. Un equipo que el año pasado nos ganó en casa y nos dejó por debajo de 40 puntos en su cancha. Un rival que nos va a exigir mucho más que los últimos. Una buena prueba para que el Lagun Aro GBC demuestre nuevamente que poco tiene que ver con aquel equipo del año pasado. Un reto en busca de la estabilidad, de la solidez y, a la vez, de la progresión. Una prueba de madurez. De carácter. Y que afrontamos con toda la ilusión y confianza en nuestro Lagun Aro GBC. Desde luego, que, cuando menos, esto pinta bien. ¡Vamos dar un paso más!

Share/Save/Bookmark
sigue leyendo

domingo, 17 de octubre de 2010

Matando viejos fantasmas

Baron entrenando en el Gaska
Si la pasada semana se rompía la maldición del Cajasol en casa, en esta ocasión se ha dado buena cuenta del gafe en Menorca. Y de qué manera... De hecho, si a las estadísticas nos remitiéramos, en las tres primeras jornadas, no teníamos nada que rascar. Pero vaya si hemos sumado, dos victorias en tres partidos y, sobre todo, una dosis de confianza inyectada directamente en el subconsciente. Hay dos asuntos que invitan al optimismo por encima del resto; el primero, la identidad tan marcada del equipo, su carácter y personalidad tan reconocibles con los que juega el Lagun Aro GBC, y segundo (aunque no menos relevante) el dato objetivo de que absolutamente todos aportan. Todos y cada uno de los jugadores reconocen su rol y lo interpretan a las mil maravillas, dejando una impresión de conjunto muy agradable.

Hay que reconocer que el GBC nos ha alegrado la mañana de domingo. Qué gozada. No paramos de sonreír disfrutando del juego, pero ahora más que nunca, voy insistir en una de las ideas que subrayé en el anterior post: No hay que echar las campanas al vuelo y lo único que importa ahora mismo es el próximo partido. Ahora lo único que nos compete y que nos va a dar réditos es pensar en Estudiantes. Todo lo demás son castillos en el aire.

Además, hay que tener en cuenta que no todo es un mundo de fantasía y de color. Hay tres problemas recurrentes en el GBC en lo que llevamos de temporada: Uno, casi no hace falta ni que lo nombre, ¿verdad? El rebote ofensivo. No es necesario profundizar mucho en el tema, todos sabemos que si de 36 rebotes que salen de nuestro aro el rival captura 20 es que no hemos brillado en ese aspecto. No hace falta ser un genio para darse cuenta. Pero siendo un fallo repetido en los tres partidos, en éste tiene el añadido de que Menorca ha sumado demasiados puntos en segundas opciones, circunstancia que no fue tan evidente ni en Fuenlabrada ni en el partido ante Cajasol.

Lo de las pérdidas de balón sí que llama un poco la atención. No se puede acusar al GBC de una mala toma de decisiones. Ni mucho menos. El juego en ataque es fluido, eficaz. Cargado de sentido y alternativas, pero a la vez, sencillo. Teniendo en cuenta el acierto a la hora de encontrar buenas posiciones de tiro, los porcentajes son altos. La dirección de juego está siendo magnífica (nada que ver a la que estábamos acostumbrados, si es que ésta existía cuando Uriz no estaba en pista). El único lunar, las excesivas pérdidas de balón.

Y el último de esos inconvenientes que se han repetido es que el base titular del rival, hasta ahora, siempre nos ha hecho daño. Valters, Calloway y Ciorciari. Tampoco es que sean mancos, pero no es excusa. El ímprobo trabajo que están realizando Salgado y Uriz, en mi opinión absolutamente clave en que el juego del GBC sea próspero, debe verse refrendado atrás de una manera más regular. Acabar con los despistes, no tener fallos de concentración.

Sé que después de ver los dos últimos partidos, esto puede sonar a ponerse un poco estupendos. Pero creo que no está de más recordar que no somos perfectos, que no es que haya que mejorar, es que hay mucho que mejorar. No todos los días vamos a firmar un 80% de T2 y un 52% de T3... Lo que no va a convertir en un equipo solido se consigue cuando nuestro aro queda a nuestra espalda. Pensar que tampoco es tan importante defender porque somos muy buenos en ataque me parecería una necedad. Y esto lo digo teniendo claro que llevamos dos partidos defendiendo a un nivel muy alto.

En el partido frente a Menorca, estos tres aspectos; el rebote ofensivo del rival, el exceso de pérdidas y el buen papel del base rival, simplemente han propiciado que al Lagun Aro le costara más tiempo resolver el partido. Daba la sensación de que si se cubrían esas carencias antes, la victoria habría sido más solvente.

Al final, los detalles son importantes. Entre el final del segundo cuarto y el principio del tercero, el Menorca nos ha metido en problemas -con cierta connivencia arbitral, dicho sea de paso-. Y hemos salido de ellos, precisamente por esa identidad de equipo que desprende el GBC, esa sensación de saber lo que se hace y creer en ello. Este mismo partido en esta misma cancha, la temporada pasada lo perdemos seguro. Así de claro. Pero algo está cambiando o ha cambiado ya.

Quizá sea que Javi Salgado sabe qué hacer con la batuta del equipo, cosa que otros no supieron. La tranquilidad que desprende en los finales de partido saber que va a asumir la responsabilidad es impagable. Será que no estábamos acostumbrados. Pero es que la totalidad de su partido en ataque ha sido una delicia. Un clinic de dirección sobre el parqué. ¿En qué estarían pensando en Bilbao para desprenderse de él? Es cierto que debe aplicarse en defensa, no tiene que despistarse y hay que insistir por ahí. Pero es que lo que te da es infinitamente mayor a lo que te quita. Su fichaje es un salto de calidad tremendo para el equipo.

Quizá sea que hemos encontrado un anotador fiable que además no retiene ni condiciona tanto el juego como el que cumplía ese papel el año pasado. Y si lo condiciona es para bien, porque Jimmy Baron abre enormes espacios donde antes sólo se cerraban. Porque cada vez que habla es para decir que está concentrado en mejorar su defensa (debe hacerlo) y no en decir que puede meter 50 puntos en cualquier liga del mundo. Porque cuando está defendido y hay un compañero sólo, él pasa el balón, porque el juego fluye através suyo en lugar de quedar estancado. Todavía es muy pronto para hablar algo más, pero sí parece que Jim Baron jr. es el jugador adecuado para cumplir esa función en este equipo. Y además, se le ve muy cómodo en el grupo, en el club. Se le ve feliz. Y es emocionante verle tirar. Como he dicho antes, aún es pronto, prontísimo. Tendrá días que el 5/9 de esta ocasión sea un 1/7 o 0/6, tampoco entonces hay que volverse locos. Hablaremos al final de la primera vuelta, pero si mantiene el nivel... De momento a disfrutar de su muñeca, porque madre mía... Y como diría el gran Andrés, raza blanca, tirador.

O quizá sea que Niko Tskitisvili está dejándonos con la boca abierta o que Kone cada vez que sale suma o que David y Albert son una pareja interior solidísima o que Alfonso Sánchez a la chita callando el otro día bajó los porcentajes de Bullock y hoy ha secado a Cuthbert Victor... O quizá es que lo mejor de todo reside en el grupo. El año pasado no podíamos vivir sin Panko firmando numerazos, hoy en día, si no aporta uno, aporta otro, o más bien es que aporta uno y el otro, todos. Por cierto, que me parece una muy buena noticia que el Panko que estamos viendo se parece cada vez más al Panko al que estamos acostumbrados.

Y siendo todos los focos para Javi y Jimmy, yo no puedo dejar de descatar a Doblas, Uriz y Alfonso Sánchez. Sus números no lo reflejan, pero han sido tan importantes como el que más. Quizá el partido haya sido más injusto con ellos. Lo de David quizá se ha visto más, porque su brega, su responsabilidad defensiva y para con el rebote ha sido más que evidente (por lo menos para mí); pero el carácter de Uriz llevando al equipo cuando más apretaba Menorca, su defensa sobre el base (cierto, con algún despiste raro en él) y sobre todo, cuando más difícil era volver al campo porque no te están saliendo las cosas ni entrando los tiros, y defender de esa manera, robar el balón, correr y asistir, ofrencen una tranquilidad al equipo que no paga con dinero. Lo de Alfonso ya lo he comentado, su trabajo no es cómodo ni sale en los resúmenes de las mejores jugadas, pero está dotando al equipo de muchos argumentos atrás. Lorbek si que está todavía falto de encontrar su sitio, pero no creo que haya que preocuparse, ha tenido muchos problemas de lesiones, nada grave, pero problemillas que no te dejan estar bien del todo. Volverá. Para mí, todos ellos, tan importantes como los que han firmado grandes números.

Esto es un deporte de equipo. Nunca lo olvidemos.

Y para terminar, una pequeña reflexión sobre la defensa. Hacía diez meses que no ganamos fuera de casa. La última vez, también fue un resultado abultado en el que nuestros porcentajes rayaron lo excelente. Si no queremos esperar el mismo tiempo, hay que seguir igual de concienciados atrás. El comienzo de liga para el Lagun Aro GBC marca una diferencia desde la defensa. En Fuenlabrada durante una buena parte del partido, pero ante Cajasol y Menorca de manera sostenida, la defensa ha sido clave. Es obvio que el ataque funciona, se está sacando partido de las virtudes de cada jugador, lo que resume la mejor virtud de un entrenador. Pero si no se refrenda atrás seremos un equipo mediocre. El año pasado lo fuimos, ya digo que algo está cambiando.

Por cierto, que esta defensa se sostiene sobre dos jugadores que están realizando un enorme sacrificio por el equipo: Albert Miralles y David Doblas (y ojo a Panko también en defensa). Los dos integrantes del juego interior titular del GBC están en la lista de los 10 jugadores que más faltas hacen. Dos jugadores que podrían pensar en protegerse, en sus puntos, sus números... pero piensan en el equipo. Este año no están expuestos como el pasado, donde sus ayudas eran larguísimas, a veces saltando a una penetración casi a la desesperada. La defensa de esta temporada, propiciada en parte (creo) por el cambio de normativa, les permite ser mucho más efectivos en esta tarea. Cuando a Albert dejen de tomarle el pelo señalándole faltas de cadetes, igual hasta damos otro salto de calidad...

Y nada, quizá se podía esperar una crónica de vino y rosas, de fantasía y de color, pero opino que hay que tener los pies en la tierra, que al césar lo que es del césar y hay muchas cosas buenas de reconocer a este equipo. Pero si nos regodeamos en ellas y nos quedamos sólo con el deleite del juego del Lagun Aro, flaco favor le haremos a nuestro equipo. Hemos dado un paso más, y lo hemos disfrutado mucho. De paso, hemos ahogado otro de los fantasmas que nos perseguían a lo largo de la ACB (cada vez quedan menos). Vamos a por el Estu, que llega muy necesitado, lo que le convierte en un rival más peligroso si cabe.

Vamos por el buen camino, no nos salgamos del él ni queremos correrlo demasiado rápido. Pasos fuertes y seguros, pero paso a paso. Bien por Laso y los suyos, que nos hacen sentirnos orgullosos de ser del Lagun Aro GBC.

Share/Save/Bookmark
sigue leyendo

lunes, 11 de octubre de 2010

De primero, una ración de ilusión




Me gusta. Me gusta subir al Donostia Arena 2016 y pasármelo bomba durante los 40 minutos de partido. Me gusta que mi equipo me transmita una actitud y unas ganas contagiosas que te obligan a aplaudir hasta que te arden las palmas de las manos. Me gusta irme a casa con una sonrisa en la cara y me gusta que desde el primer partido de temporada en casa se sienten las bases de cómo tienen que ser las cosas para prosperar en la ACB. Me gusta mucho la pinta que tiene este GBC.


El domingo disfrutamos mucho. Y existiendo errores (los menos) y aciertos, es por encima de todo el poderoso despliegue de los de Laso en esta primer cita en casa lo que más me convenció. Nos hablaba Pablo en la rueda de prensa posterior al partido de la puesta en escena. Sin duda, la mejor posible. Seguramente, una de las mejores primeras mitades que he presenciado nunca en el DA2016. Después, tuvimos unos minutos de inquietud y también algún que otro problema que resolver en el que ahora profundizaremos. Pero, aún y con eso, nada ensombrece la enorme ilusión que sentimos en nuestros asientos.

Ojo, que esto no ha hecho más que empezar. Después de cada partido, se presentan oportunidades y amenazas, la más importante de las segundas es tirar las campanas al vuelo. Exagerar lo conseguido, inflar el globo. No vaya ser que nos reviente en la cara. Pero, sinceramente lo dudo. Lo de la victoria frente al Cajasol se me antoja el primer peldaño de un largo trecho de escalera. De hecho, la derrota de la pasada semana en Fuenlabrada, dentro de lo negativo que siempre es perder, no me resultó especialmente preocupante, ni grave. Sí que dejó asuntos que resolver. Los sistemas andando; la inconsistencia, intermitencia o irregularidad en el juego a lo largo del partido; el exceso de rebotes ofensivos por parte del rival... Sólo el último de estos males aquejó al equipo en la primera cita en casa y eso es buena señal, sobre todo unida a que se potenciaron las cosas buenas, que también las hubo en la visita al Fernando Martín.

Pero antes de centrarnos en las oportunidades, voy a nombrar otra amenaza, que me parece de idéntica importancia que la de, como diría el señor Lobo, empezar a comernos las p... Y no es otra que la de mirar más allá. Me explico. Ganamos y convencemos en el primer partido en casa, algo que históricamente no habíamos hecho nunca y corremos el peligro de mirar el calendario y entusiasmarnos pensando que afrontamos una fase del calendario amable, llena de citas de nuestra liga. Y claro, después de lo del domingo... a arrasar. Me parecería un error y error grave. Opino que el GBC ha firmado un partidazo, al que pocas pegas se pueden poner, pero ahora sólo debemos tener un asunto en la cabeza: viajar a Menorca y ganar. Lo demás poco o nada importa. Sólo existe Menorca.

Y es ahora cuando me parece relevante sacar a relucir las oportunidades que nos granjea la victoria frente a Cajasol. La primera, interna y externamente, aprovechar la confianza adquirida cuando juegas un partido así. Es obvio que cuando salen las cosas es mucho más sencillo ir a entrenar y que te salgan las cosas; creer en lo que haces. Hay que potenciarlo porque éste parece el camino a seguir. Y la segunda, no menos importante. Dar alas a la ilusión creada.

Creo firmemente que la asignatura más importante que le quedó el año pasado era crear ilusión. Transmitirla. Contagiarla. Esta temporada necesitamos ilusionarnos. Lo dice a gritos la bajada en el número de abonados. Desde luego que poner partidos los domingos por la tarde ayuda, mejorar los accesos y todo los demás, eso muy útil. Pero aquí lo que convence o deja de convencer es el baloncesto que nos enseñan sobre la pista. De nada me vale que me cuenten que es una gran oportunidad ver en Donostia a equipos como Barcelona, Estudiantes, Juventut, Baskonia, Unicaja, Real Madrid o el mismo Cajasol. No, no. De de eso nada. A los que voy a ver yo es a los del Lagun Aro GBC. Y voy a verles competir con esos equipos y con el resto, eso es lo que quiero y lo que me llena de ilusión. Y eso lo único que le pido al GBC. Ilusión.

Si el equipo engancha, la cifra de abonados volverá a subir; si no lo hace, ni domingos por la tarde, ni aparcamientos, ni nada. Baloncesto. De eso se trata.

En cualquier caso, en la primera oportunidad, la ración de ilusión fue más que generosa. Estaba sentado en mi asiento y no paraba de pensar en que me daba pena que un montón de gente se perdiera ese partido, porque pasamos un rato magnífico viendo a nuestro equipo jugar muy bien al baloncesto. Y eso que había 6.110 espectadores según datos oficiales -la media de la temporada pasada, 6.800- y aún así, no estuvo nada mal la entrada y sobre todo, el ambiente durante el partido. Esto es algo recíproco, si el equipo transmite, el público le da; si no es así... Pero vamos, que ni una pega en ese aspecto. Si el equipo sigue esta línea, veremos más público en las gradas seguro.

Y más allá de todos estos temas, que me parecen muy relevantes, vamos con lo que de verdad importa. El juego. Lo decía antes, pocas pegas se pueden poner al equipo. Cuando creces desde la defensa, todo es un poco más fácil. Y la defensa del GBC ante el Cajasol, a falta de un mejor calificativo, fue excelente. Los sevillanos se quedaron en un 33% en tiros de campo (33% en t2 y 33% en t3) y no es que sean mancos precisamente los de Plaza. Lo que pasa es que siempre tuvieron una mano, un defensor, una ayuda... incomodando. Qué bueno es Bullock, sí. Pues 1/6 en triples y 2 balones perdidos. ¿Y los pivots? Las pasaron putas para conseguir alguna canasta... Es la gran diferencia con respecto a la temporada pasada, defendiendo a este nivel, sobre todo de actitud, nos va a ir pero que muy bien.

Cada vez que le preguntamos ayer a Laso por un jugador su respuesta era "sí, pero el grupo...", "no podría destacar a uno solo" y expresiones por el estilo. Es comprensible y lógico, sobre todo, siendo el entrenador; cuando funciona el colectivo, cuesta destacar a uno solo. Y pienso que por encima de cualquier actuación individual, pesa esa sensación de bloque atrás y esa circulación de balón en ataque que arrancó aplausos en unas cuantas ocasiones.... También es un problema colectivo que nos quiten 17 rebotes ofensivos de los 42 balones que rechazó nuestra canasta, son el 40%, demasiados, y eso que en más de una jugada el Cajasol se llevó 3 y 4 rebotes seguidos. No es excusa. También es cierto que en la primera mitad llevaban ya 14 y después, en los minutos más comprometidos, se cerró el grifo. Otra cosa, 19 pérdidas, son excesivas, sobre todo cuando este año no son por intentar correr, sino más bien por precipitarnos; dispusimos de 66 posesiones y perdimos 19 balones, son demasiados.

Subrayando al colectivo, no puedo pasar por alto a David Doblas. No por lo 16 puntos, ni por los buenos porcentajes, no. Es el crecimiento constante. Se le ve tan fino, tan centrado, tan responsabilizado, tan motivado, tan comprometido... No es que antes no lo estuviera, pero veo a David como más... sensato, maduro, más hecho. Creo que éste va a ser su año, que se va a salir. Los dos primeros partidos son una prueba fehaciente de su salto de calidad, un salto que parte de un buen nivel, lo que puede llevarle a ser un pívot de la élite de la liga. Depende sólo de él. Sus movimientos de pies y su defensa cuerpo a cuerpo son de las mejores de la liga, ¿ése tiro de la media distancia camina hacia la consistencia?

Y una de las mejores noticias tanto para David como para el equipo es la irrupción de Jimmy Baron. Laso lleva tiempo destacando la importancia de los espacios, una importancia que con el cambio de reglas se presenta decisiva. La temporada pasada la falta de tiradores nos convertía en un equipo unidimesional y previsible en muchos casos, cuando los equipos se cerraban en su zona y no nos entraban los tiros, lo pasábamos mal. Ahora, con un tipo que es una amenaza real incluso desde 9 metros, el campo se hace mucho más largo para las defensas rivales. El domingo Jimmy metió 3 de sus 4 primeros intentos, después mejoraron la defensa sobre su tiro... dejando un mundo entero para que Doblas disfrutara. Una de las personas con las que estuve viendo el partido se preguntaba una y otra vez... ¿cómo pueden dejarle solo a David?, ¿cómo le dejan solo todo el rato? Bueno, Cajasol se vió obligado a elegir y decidieron salir a por Baron hasta donde fuera... Si subestiman la amenaza interior de este equipo, tanto mejor.

Y para acabar, quiero hacer una pequeña reflexión sobre el puesto de base. De antemano y con sólo dos jornadas disputadas, creo que esta posición va a funcionar como nunca lo ha hecho antes en este equipo. En Fuenlabrada Ricardo no tuvo suerte y en cambio Javi fue de los mejores del equipo. En esta ocasión, Úriz estuvo brillante, así de claro, y metió la canasta más importante del partido, aquel triple cuando más se acercaba Cajasol... De Javi diré que espero más de él que lo visto ayer. No jugó un mal partido ni mucho menos, tomó decisiones acertadas que le llevaron a 7 asistencias... Pero perdió algún balón y tuvo algún despiste en defensa que debe corregir. Sus 15 puntos de valoración son engañosos, 9 de ellos son en el último minuto del partido a base de faltas recibidas y tiros libres. Pero ojo, también hay que estar ahí para meterlos y dejar bien claro que el partido estaba cerrado.

En cualquier caso, tenemos razones de sobra para ilusionarnos. El próximo paso es ganar el domingo en Menorca. Aprovechemos unos segundos más para paladear la victoria y a centrarnos en la próxima. De momento tengo una cosa clara sobre este Lagun Aro GBC. Me transmite ilusión. Me gusta.

Share/Save/Bookmark
sigue leyendo