domingo, 19 de diciembre de 2010

Dame pan y dime tonto


Hace tiempo que nos dimos cuenta de que el Lagun Aro GBC va muy en serio esta temporada, que las pretéritas carencias y penurias se han convertido en una solidez y confianza en sí mismo que coloca a este equipo en una situación inmejorable. Me resulta completamente lógico que la afición esté disfrutando como nunca, en primer lugar por ver al equipo cuarto clasificado, más cerca del líder (a tres victorias) que del descenso (a cuatro) e incluso que se comiencen a hacer cábalas con una posible clasificación para la Copa del Rey. Desgraciadamente, esta sensacional temporada que está firmando el GBC por el momento coincide con una de las primeras vueltas más exigentes que recordamos, por lo que clasificarse para pasar unos días en Madrid en febrero está muy pero que muy complicado incluso estando en la cómoda situación en la que nos encontramos. Pero no me cansaré de repetirlo, más allá de toda la alegría que despierta la situación del equipo, lo que a mí más me hace disfrutar es lo que provoca estar como estamos, el catalizador de todo ello: el cómo esta jugando al Baloncesto el Lagun Aro GBC. Su cambio de cara le ha llevado a alcanzar ya las mismas victorias que logró la pasada temporada en toda la primera vuelta, y aquella fue una buena primera vuelta; esta vez, a falta de cinco jornadas, las siete victorias ya está en la buchaca y quedan cinco partidos que cumplen una doble función: acercar cada día más esa primera meta de alcanzar las necesarias para seguir en la ACB y, al mismo tiempo y sin olvidar lo anterior, para soñar con algo histórico como sería participar en la Copa del Rey.

Para ambas cosas y hasta alcanzar el ecuador de la temporada regular quedan cinco estaciones. Y todo el mundo hace cuentas parecidas. Con dos victorias más, nos damos por satisfechos para el objetivo primordial y prácticamente aseguran el billete a Madrid. Bueno, en primer lugar, mi impresión, tal y como está la Liga, es que ocho victorias no van a valer para ir a la Copa (al contrario que el año pasado, que aún yendo siete equipos, con ocho fue suficiente), en este caso, yo creo que no es sólo que vayan a hacer falta nueve sino que viendo lo competida que está la ACB, puede que hasta algún equipo se quede fuera con nueve victorias -recuerdo que hasta el 12º clasificado tiene ahora seis triunfos y ése no es otro que Unicaja-. Ahora bien, ¿firmarían que el equipo acabe la primera vuelta con nueve victorias y no fuera a la Copa? Porque yo, sin lugar a dudas, sí. Y además, estaría encantado con mi equipo. De hecho, ya lo estoy, porque ya lo he dicho muchas veces, yo no le pido al Lagun Aro la Copa como obligación, le pido que esté en la pelea, que luche por ella con opciones reales. Y eso ya lo está haciendo.

Hablamos de las cinco estaciones y de que con dos victorias, sea como fuere, se cerraría una primera vuelta sobresaliente. Ahora viene la trampa, quedan Unicaja fuera, Alicante y Baskonia seguidos en casa, Zaragoza fuera y Barcelona en casa. La cuenta fácil: ganar Alicante y Zaragoza y perder con los tres grandes. Pues que quieren que les diga, no lo tengo tan claro ni por un lado ni por el otro. Para empezar, esta misma jornada demuestra que tanto alicantinos como aragoneses han dado un paso adelante, sobre todo los levantinos desde que Vidorreta se ha hecho con el equipo. No son victorias que yo daría por hechas, a pesar de que por su puesto creo que se pueden ganar y sobre todo que en casa no hay que fallar. Pero lo mismo que digo una cosa digo la otra, de verdad pienso que hoy en día, ahora mismo, en este momento, el Lagun Aro GBC está para competir con todos y cada uno de los tres rivales que se pueden calificar como grandes que nos quedan por enfrentar. No descarto que los de Laso vayan a Málaga y le den un susto a Aíto y los suyos... igual algo más que un susto. No es que Unicaja esté mejor que Joventut y en Badalona jugamos para ganar, ¿porqué no en Málaga? Lástima que McIntyre esté ya recuperado, pero mejor, así les ganamos sin que puedan poner excusas. Y en los que a Baskonia y Barça se refiere, de momento, para ganar en el Donostia Arena 2016 queda demostrado que hay que sudar mucho, ya veremos qué pasa.

De momento, llegamos al parón navideño -paroncito, porque en lugar de jugar el fin de semana se juega tres días después- con unas sensaciones insuperables porque como ya pasó cuando se ganó en Menorca, el sabor de boca que deja ganar en canchas donde jamás lo habíamos hecho realmente hace crecer nuestra fe en el equipo. Hay muchas cosas con las que me quedaría del partido en tierras andaluzas: que lo de David domine día tras día ya no nos sorprende, pero da gusto comprobar que Miralles le acompaña también a un nivel altísimo; que Jimmy Baron jr. después de un partido gris al menos en numérico tiene la suficiente confianza para clavar siete puntos seguidos en la recta final que prácticamente suponen sellar la victoria, que Ricardo sea capaz de repartir ocho asistencias y Salgado tres (siendo la única pareja del mismo equipo entre los diez que más asistencias reparten en la ACB); pero por encima de todo, sin ningún genero de duda, lo que más me gusta y alegra es... Domen Lorbek, 27 minutos, 11 puntos, 3/4 en triples. Sinceramente, me encanta. Porque en la última cita daba la sensación de que se fue jodido, afectado, pero ha logrado darle la vuelta y acabar el partido siendo el tercer anotador del equipo (siendo el 5º que más posesiones dispone). Había tenido partidos destacando en labores de intendencia, pero le hacía falta un partido así para sentirse importante, que lo es, en este equipo y su rotación. Son de las mejores noticias que podemos tener.

El sábado una persona que sabe mucho de marketing me decía lo siguiente: una vez que pierdes un cliente, un espectador, es harto difícil recuperarlo; mucho más complicado... Y ahora que va a comenzar la campaña de media temporada de captación de abonados me pregunto si será suficiente todo lo bien que está jugando el equipo para que el DA2016 vuelva a rondar los 7.000 en lugar de los 6.000; porque el equipo da argumentos de sobra para ello, su juego, su unión, todo lo que transmiten como grupo a la grada, es mucho... pero eso lo vemos los que acudimos regularmente y el año pasado, lamentablemente, la pérdida de ilusión fue grande, provocando una sensible rebaja en los abonados. Por eso, si todo lo que estamos diciendo no es suficiente para convencer a la gente, desde luego que clasificarse para la Copa sí que lo sería. Aunque creo que este año el que haya visto un partido del GBC sin duda quiere repetir, porque lo que ofrece el equipo, su despliegue, es más que convincente y atractivo; por eso es importante lograr que la gente vaya a verlo, porque merece la pena. Además de que el ambiente en la grada es cada vez mejor...

Me seduce tanto la idea de que este equipo esté compitiendo de la manera que lo hace en cada partido que el viejo problema de la presión por entrar en la Copa no me da ningún miedo. Y no me lo da porque el crecimiento y madurez de club, el equipo, la afición; de todos, es clara y evidente. También porque la salvación y esa bonita lucha son compatibles, incluso visto de manera adecuada puede hacer crecer la motivación. En tanto en cuanto la Copa no es una obligación sino una ilusión y cada victoria ahora es calorcito para cuando llegue el más crudo invierno de la dura segunda vuelta, todo invita al optimismo. Al contrario que el año pasado no veo a ninguno de los agentes implicados -jugadores, técnicos, club, afición, prensa- nerviosos, al contrario, veo prudencia, contención a la vez que ganas e ilusión. Y es lo mejor que nos podía pasar. El ejemplo perfecto es que cuando más se ha disparado la euforia este año que fue tras la victoria en el derbi, se perdieron tres partidos y no pasado nada, nada se desestabilizó ni dentro ni fuera y la confianza siguió siendo máxima hasta que dos victorias seguidas han vuelto a aparecer. Me resulta muy obvia la diferencia respecto al año pasado y lo que sucedió en la semana del basket y las derrotas ante Valladolid y Obradorio; un mundo entero separa la sensación de entonces a la actual. Es agradable comprobarlo.

Mientras el equipo siga así de unido, de comprometido, de concentrado, de motivado, de determinado... no tiene porque cambiar lo bien que estamos, si acaso, a mejor. Porque este Lagun Aro tiene recorrido, tiene margen de mejora y eso que ya es efectivo a la vez que seductor a la vista del espectador. Así que dame pan y dime tonto. Dame victorias y buen juego y olvídate de miedos y fantasmas del pasado. Y nada de relajarse a pesar de todo lo bien que lo estamos pasando esta temporada, queremos más, queremos seguir así.

Y hablando de pan, la victoria del Lagun Aro GBC en Granada no ha sido lo único que celebrar este fin de semana. No me puedo ir sin agradecer a los amigos de la Peña Omnes Uni y el Foro de DV su invitación a una comida que para una persona como el que suscribe, que de lo que más disfruta hablando es de Baloncesto, fue realmente deliciosa; lo fue por la compañía y la charla porque estuve muy a gusto, pero desde luego también por los incomparables pimientos rellenos, una carne de un nivel que uno ha provado pocas veces y a una tarta artesana que fue la guinda perfecta a un mediodía memorable. Gracias a todos de corazón. Me quedé con la pena de disfrutar de la presencia de alguna baja de última hora por enfermedad, la próxima vez seguro que acude, así que no hay problema.

Termino también con, a mi modo de ver, otra gran noticia: la llegada de Luis Arconada como jefe de prensa del club. Sinceramente deseo que a Ion Mikel Pradera le vaya muy bien a partir de ahora, que tenga toda la suerte del mundo, pero a la vez celebro la entrada de Luis que sé a ciencia cierta que es un periodista de los mejores que tenemos en Gipuzkoa y que nos va ayudar mucho a sus compañeros que seguimos la actualidad del club. Bienvenido Luis y enhorabuena; va a ser un placer compartir el día a día de basket contigo.

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lunes, 13 de diciembre de 2010

Ventajas de ser un equipo


A veces las actuaciones individuales nos hacen olvidar que el Baloncesto es un deporte de equipo, que lo que acostumbra a marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso es el colectivo por encima de los individuos. La victoria cosechada por el Lagun Aro GBC el sábado me parece que ejemplifica perfectamente ese hecho. Si hay que destacar dos nombres por encima del resto, sin duda a nuestra cabeza van a acudir rápidamente David Doblas y Jimmy Baron. Y con razón, el pívot cántabro dominó la zona sin fallos en el tiro mientras que el escolta de Rhode Island se resarció de su falta de acierto en Badalona con una exhibición de sus cualidades desde la larga distancia. Ambos brillaron con luz propia, pero sin la aportación del resto de sus compañeros se me antoja imposible haber ganado a un equipo tan sólido con el Gran Canaria. Alfonso Sánchez no sólo firma su mejor partido ofensivo de la temporada, sino que cumple con su labor de secar a Jaycee Carroll a las mil maravillas. Le volvió loco con su defensa. Kone también nos hizo disfrutar con buenos minutos de refresco y aunque no estuvieran acertados cara al aro, el trabajo de Miralles y Panko me resulta impagable. Pero por encima de todo, hay que darle las gracias a Ricardo Uriz, que jugó con 39 de fiebre, tras dos días vomitando y sin poder salir de la cama. Otro se habría quedado en su casa, nuestro capitán no.

Y toda esta exposición inicial me lleva a desmentir la falacia que parece querer instaurarse en la opinión pública referente al GBC: Aquí son dos o tres los que nos están haciendo prosperar mientras el fondo del banquillo es un desastre. Para mí eso es una absoluta mentira. Es el conjunto, el grupo en toda su inmensidad el que nos está llevando a asentarnos en una zona de la tabla en la que nos sentimos muy a gusto. No voy a negar lo que los números sugieren, David y Jimmy, acompañerados por Panko y Salgado, en algunas ocasiones Miralles, llevan el peso de este equipo, pero el asunto del reparto de rol es fundamental para entender el funcionamiento de este grupo. Y este último partido sirve como muestra de ello. No tengo dudas de que el jugador más importante de este equipo, la principal referencia se llama David Doblas. Lejos de lo que muchos puedan considerar, el éxito de este equipo viene de dentro hacia afuera más que de fuera hacia adentro. Y más con bases tan buenos pasadores y tan buenos interpretando el juego de los pivots y sus necesidades como Salgado y Uriz.

Cuando se establece una superioridad interior, cuando nuestra pintura se muestra sólida, es mucho más sencillo anotar para los exteriores. De ahí, que las tres asistencias de Doblas en el partido se traduzcan en otros tantos triples de Jimmy Baron. Es una cuestión de equilibrio, porque cuando provocamos que salten las alarmas tanto por dentro como por fuera en las defensas rivales, nos convertimos en un equipo verdaderamente peligroso.

Ahora bien, he escuchado críticas sobre el partido de Panko, porque no anota, porque supuestamente pasa desapercibido por el partido... y en cambio a mí me da la sensación de echarle muchísimo en falta cada vez que pasa por el banquillo. Su trabajo en defensa y rebote, el empaque que le ofrece al equipo en un partido tan duro, como he dicho al principio, es impagable. Igualmente lo es el esfuerzo constante de Albert Miralles. Su aportación estadística esta temporada está siendo irregular, es cierto, pero su aportación en cuanto a esfuerzo y compromiso es enorme y fundamental para este equipo. No es fácil cumplir ese papel de gregario en el quinteto inicial, donde a priori, muchos días es la última opción en ataque. Lejos de borrarse, de mostrarse incómodo o incluso molesto, Albert se faja día tras día, dando al equipo argumentos muy necesarios para sacar triunfos. A David le toca ser líder y a Miralles secundarle; y lo hace sin egos, asumiendo un rol que quizá no resulta tan divertido pero que es igual de importante para alcanzar esa palabra que ha salido a la palestra hace un rato: equilibrio.

Y si destacó a los dos que cumplieron ese papel más oscuro, evidentemente voy a hablar de los que estuvieron bajo los focos. Sobre David Doblas sólo hay que resaltar lo siguiente: 7/7 en tiros de campo para 14 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias. Si no es por las cinco faltas, su partido es estadísticamente perfecto. Y en la practica, exactamente los mismo, con alguna falta dudosa y el hecho de que en los últimos partidos se está cargando de faltas como consecuencia de cierto desajuste en la defensa colectiva que le ha expuesto en las ayudas. Dentro de lo bien que van las cosas, hay momentos en los que los exteriores no han cumplido con su papel atrás y lo han pagado nuestros pivots. Pero por lo demás, David Doblas está ahora mismo y sin ningún genero de dudas en la élite interior de esta liga, sin duda entre los mejores nacionales y es el jugador más importante de este GBC, siempre en mi opinión claro. Asume y ejerce el papel de líder, un paso adelante al que ha sido invitado por su entrenador, ofreciéndole esa importancia en el juego y el ha aceptado el reto con brillantez.

Lo de Jimmy, bueno, después de firmar 1/7 en triples en el último partido, era un poquito de esperar, ¿no? Quizá no esa exhibición, pero sí una reacción importante. Lo que hace el sábado me lleva a pensar en la mejor actuación en lo que tiro exterior se refiere que hemos visto en el Donostia Arena 2016. Recuerdo algún día memorable de Bullock, alguna colección de triples de Schroeder en la LEB, pero no este show cargado de talento y carácter, que en lo numérico desde luego no tiene paragón en nuestra corta historia. Remontamos al son que marcan sus triples... El que anota con falta y el que consigue saliendo en carrera y parando en dos tiempos cayendo hacia atrás son antológicos... Realmente se ha dado en el clavo con este chico, es un tirador, un anotador, magnífico.

Y destacar a Jimmy sin hacer lo propio con Alfonso Sánchez sería injusto. Varias circunstancias le llevan a firmar su mejor partido del año. La primera y más importante, que lejos de frustrarse porque no le estaban saliendo las cosas en ataque, su nivel defensivo nunca ha bajado un ápice mientras que ha aprovechado las mañanas libres para irse a hacer tiro con Lolo Encinas para tratar de superar su desacierto. Bueno, pues además de bajar los porcentajes del máximo anotador de la ACB gracias en parte a su trabajo, de ganarle por completo la partido a Jaycee; se marca un partido en ataque que podemos calificar como destacado. Resulta ser uno de los pilares de la victoria.

También hay que reconocer que el partido se puso muy, pero que muy feo. Y no tengo dudas que si lo sacamos adelante es por el equipo. La remontada es el resultado de que creyeron los unos en los otros. No voy a defender que esto sea un mundo de fantasía y que todo sea perfecto. Ni mucho menos, me gustaría que Domen encontrara la confianza perdida, que Kone -quizá no en este partido- no perdiera la concentración tan fácil traduciéndose ello en faltas innecesarias; que Niko no sea un poco más constante y, de paso, que Lander Lasa tuviera algún minuto que otro. Pero también soy consciente de que, precisamente por el reparto de roles, no les puedo pedir a estos jugadores como si fueran actores principales. Lo único que les pido (a todos) es que cumplan con su cometido y así, el equipo encontrará su equilibrio y seguirá dándonos tantas alegrías como nos está regalando esta temporada.

Sinceramente, considero la victoria del sábado una de las más importantes en lo que llevamos de temporada, quizá no por brillantez en el juego o más bien por regularidad -porque chispazos brillantes sin duda los hubo-, pero sí por relevancia y demostración de carácter. Porque la diferencia entre ganar y perder era vital para el factor anímico y el equipo superó una dura prueba. Pero es la ventaja de ser un equipo, en mayúsculas, y con todo lo que ello implica. Y hay que reconocérselo a todos, no a unos pocos. Podemos estar muy contentos y orgullosos, no sólo de algún jugador, sino de todo el Lagun Aro GBC. Su trabajo, en una tarde que desde luego no era sencilla, fue sin duda convincente.

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lunes, 6 de diciembre de 2010

Ahora es cuando hay que confiar


Qué sensación más rara se queda tras el partido de Badalona. Hay dos asuntos que no me gustan nada; el primero, quedarme con la misma sensación de impotencia y la misma cara de tonto que en Manresa, pues en ambas ocasiones el Lagun Aro me ha ofrecido una sensación de superioridad pero no ha podido llevarse el partido. Y segundo, cada vez es más acusado el hecho de que en el estamento arbitral existe una falta del respeto por GBC terrible, es algo que se mantiene en el tiempo y que empieza a preocupar. Alguien tendrá que levantar la voz porque nos están tomando el pelo. Y no es que perdiéramos el partido por los árbitros, pero sí afirmo sin tapujos que nos perjudicaron ampliamente. Una diferencia de 25 faltas a 15 es sangrante, por mucha zona que utilizaran ellos y muchos triples que tiráramos nosotros. La cuarta falta de Doblas es el ejemplo perfecto y el labio abierto de Jimmy Baron una muestra de lo que le dejan hacer a sus defensores. No podemos quedarnos callados ante algo que se repite jornada tras jornada. En cualquier caso, para mí hay dos claves por las que perdemos este partido. La primera, el rebote ofensivo que captura English, después de una defensa acertada que obliga a una mala opción de la Penya, si ese rebote cae en nuestras manos, ganamos el partido. Seguro.


Y además, perder la renta de diez puntos de la que gozábamos recuerda un poco al guión de Manresa. Sé que en el tercer cuarto llegamos a estar con seis faltas en contra y ninguna a favor, que mandan a David al banquillo de manera injusta. En cualquier caso. Hay que pensar en lo que depende de nosotros y en las dos últimas salidas hemos desperdiciado sendas ventajas más que relevantes que invitan a pensar que hemos desaprovechado grandes oportunidades de victoria.

De todo esto sigo sacando conclusiones positivas. El equipo siempre compite. Salvo el día de Madrid, así ha sido, ha estado sólido en todos y cada uno de los partidos. Y vamos 5-5 lo que no es ningún drama. Ni mucho menos. También opino que ahora hay que ganar el próximo partido como sea, que Gran Canaria no se puede ir de Donosti de rositas. Se me antoja un punto de inflexión, un partido que puede marcar dinámicas, estados de ánimo... fundamental en lo anímico. Hay que ganar el próximo partido. Y lo mejor de todo es que creo que creyendo en lo que se está haciendo se va a conseguir. A mí me gusta mucho como juega al baloncesto el Lagun Aro GBC, su idea y planteamiento. Hay días que las cosas salen y otros que no, hay días que los tiros entran y otros que no; desde el principio de temporada dije que algún día Baron firmaría un 1/7 en triples y no pasa nada, lo mismo que ahora estoy seguro de que meterá cinco, seis o siete triples en algún partido con buenos porcentajes... y no me extrañaría de que ese día sea el próximo sábado ante el Granca.

A lo que voy es que en el fondo, lo que está desarrollando esta temporada el Lagun Aro GBC, tanto en ataque como en defensa, todo su juego en sí, me parece acertado. Es mi opinión y puede que haya a quién no le guste... pero a mí no sólo me gusta sino que me ilusiona. Y en días como éste es en los que más creo que hay que confiar.

Dicho esto, separemos lo que se hizo bien de los errores, centrándonos en el partido de ayer frente a la Penya. Era evidente que el GBC quería obligar a los verdinegros a jugar en media pista, es decir, no permitirles correr. Mientras Pepu mantuvo la defensa individual, la batalla estaba ganada, Salgado marcaba el ritmo y el equipo encontraba soluciones. Las defensas alternativas plantearon muchos más problemas y creo que aunque hubo ataques en los que se movió el balón con criterio y buscando siempre la mejor opción, también hubo un rato en el que la precipitación marcó el ataque y se abusó del triple. Ha habido días en los que se ha tirado más de tres que de dos, siempre y cuando fueran buenas decisiones y buenas posiciones de tiro no tengo ni una pega que poner. Ayer en cambio algunos triples están tirados un poco a lo loco, como cayendo en la trapa que ellos planteaban con esas defensas, esa invitación a caer en su juego y su ritmo. Fue ahí cuando el partido giró en nuestra contra.

Y una de las razones que me invitan a confiar en este equipo es que cuando peor estaban las cosas fue cuando más templanza y mejores decisiones (en ataque) comenzaron a tomarse. La ventaja la tenía Panko y de diferentes formas se le buscó y encontró. Él asumió la responsabilidad, anotando o sacando falta en todas y cada una de las veces que encaró el aro. Y metió los tiros libres cuando más calentaba el sol. Ejerció de líder cuando se le requería y yo creo que es justo que la última bola fuera para él. Lástima que la fallara. La próxima seguro que la va a meter.

Pero en ese lapso de tiempo, hacia el final de partido, desde que la Penya le da la vuelta y cambia el escenario, cuando el GBC estaba buscando recortar desventajas cortas, se mezclan defensas colectivas correctas y eficaces con errores individuales que nos cuestan caros. Creo que Javi Salgado es una joya para este equipo, me parece vital en el cambio a mejor, pero ayer comete un par de despistes que nos cortan las alas en plena remontada y es justo decir que si quiere guiar esta nave en momentos clave debe dejar de tener esos lapsus. Lo mismo digo de Jimmy Baron, su 1/7 en triples no me preocupa, pero sí que no cierre el rebote a English en la defensa decisiva del partido, ya estaba hecho, sólo había que capturar ese rebote tras llevarles a una mala decisión de tiro. Fue la clave en el momento más importante. Hay cosas que mejorar.

También me quedo con la sensación de que si no sacan a Doblas del partido la película habría sido muy distinta. Su segunda y cuarta faltas (sobre todo esta última) me parecen de broma, de que no nos toman muy en serio. O de algo distinto y peor que no quiero ni pensar. Pero que el criterio arbitral fue distinto en un lado y en otro, sobre todo en momentos puntuales y muy importantes del partido, también.

Pero como de lo único que nos podemos preocupar es de lo que podemos controlar y depende única y exclusivamente de nosotros, pensemos en qué tenemos que mejorar y qué tenemos que mantener a pesar de haber perdido. Yo creo que son muchas más las cosas que tenemos que mantener, en las que tenemos que seguir creyendo aunque hayamos perdido tres partidos seguidos, que las que hay que cambiar, que por supuesto también existen. Sin embargo, para mí, sería un error ponernos nerviosos y cambiar un planteamiento que a mi parecer es acertado y prospero. No tengo ninguna duda de que ahora es cuando más hay que confiar. Confiar en el equipo, confiar en el entrenador y confiar en lo que están haciendo. Yo creo que lo merecen y si lo hacemos nos devolverán esa confianza con victorias y, además, con buen juego. Vamos a ganar al Gran Canaria, al fin y al cabo, la derrota ante el Valencia no menoscaba una fortaleza en casa que viene de largo. Y no tengo dudas de que se va a prolongar.

Me duele la derrota, y más en la manera en la que se produjo. Pero no tengo razón alguna para pensar que nos hemos alejado del buen camino.

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