domingo, 19 de diciembre de 2010

Dame pan y dime tonto


Hace tiempo que nos dimos cuenta de que el Lagun Aro GBC va muy en serio esta temporada, que las pretéritas carencias y penurias se han convertido en una solidez y confianza en sí mismo que coloca a este equipo en una situación inmejorable. Me resulta completamente lógico que la afición esté disfrutando como nunca, en primer lugar por ver al equipo cuarto clasificado, más cerca del líder (a tres victorias) que del descenso (a cuatro) e incluso que se comiencen a hacer cábalas con una posible clasificación para la Copa del Rey. Desgraciadamente, esta sensacional temporada que está firmando el GBC por el momento coincide con una de las primeras vueltas más exigentes que recordamos, por lo que clasificarse para pasar unos días en Madrid en febrero está muy pero que muy complicado incluso estando en la cómoda situación en la que nos encontramos. Pero no me cansaré de repetirlo, más allá de toda la alegría que despierta la situación del equipo, lo que a mí más me hace disfrutar es lo que provoca estar como estamos, el catalizador de todo ello: el cómo esta jugando al Baloncesto el Lagun Aro GBC. Su cambio de cara le ha llevado a alcanzar ya las mismas victorias que logró la pasada temporada en toda la primera vuelta, y aquella fue una buena primera vuelta; esta vez, a falta de cinco jornadas, las siete victorias ya está en la buchaca y quedan cinco partidos que cumplen una doble función: acercar cada día más esa primera meta de alcanzar las necesarias para seguir en la ACB y, al mismo tiempo y sin olvidar lo anterior, para soñar con algo histórico como sería participar en la Copa del Rey.

Para ambas cosas y hasta alcanzar el ecuador de la temporada regular quedan cinco estaciones. Y todo el mundo hace cuentas parecidas. Con dos victorias más, nos damos por satisfechos para el objetivo primordial y prácticamente aseguran el billete a Madrid. Bueno, en primer lugar, mi impresión, tal y como está la Liga, es que ocho victorias no van a valer para ir a la Copa (al contrario que el año pasado, que aún yendo siete equipos, con ocho fue suficiente), en este caso, yo creo que no es sólo que vayan a hacer falta nueve sino que viendo lo competida que está la ACB, puede que hasta algún equipo se quede fuera con nueve victorias -recuerdo que hasta el 12º clasificado tiene ahora seis triunfos y ése no es otro que Unicaja-. Ahora bien, ¿firmarían que el equipo acabe la primera vuelta con nueve victorias y no fuera a la Copa? Porque yo, sin lugar a dudas, sí. Y además, estaría encantado con mi equipo. De hecho, ya lo estoy, porque ya lo he dicho muchas veces, yo no le pido al Lagun Aro la Copa como obligación, le pido que esté en la pelea, que luche por ella con opciones reales. Y eso ya lo está haciendo.

Hablamos de las cinco estaciones y de que con dos victorias, sea como fuere, se cerraría una primera vuelta sobresaliente. Ahora viene la trampa, quedan Unicaja fuera, Alicante y Baskonia seguidos en casa, Zaragoza fuera y Barcelona en casa. La cuenta fácil: ganar Alicante y Zaragoza y perder con los tres grandes. Pues que quieren que les diga, no lo tengo tan claro ni por un lado ni por el otro. Para empezar, esta misma jornada demuestra que tanto alicantinos como aragoneses han dado un paso adelante, sobre todo los levantinos desde que Vidorreta se ha hecho con el equipo. No son victorias que yo daría por hechas, a pesar de que por su puesto creo que se pueden ganar y sobre todo que en casa no hay que fallar. Pero lo mismo que digo una cosa digo la otra, de verdad pienso que hoy en día, ahora mismo, en este momento, el Lagun Aro GBC está para competir con todos y cada uno de los tres rivales que se pueden calificar como grandes que nos quedan por enfrentar. No descarto que los de Laso vayan a Málaga y le den un susto a Aíto y los suyos... igual algo más que un susto. No es que Unicaja esté mejor que Joventut y en Badalona jugamos para ganar, ¿porqué no en Málaga? Lástima que McIntyre esté ya recuperado, pero mejor, así les ganamos sin que puedan poner excusas. Y en los que a Baskonia y Barça se refiere, de momento, para ganar en el Donostia Arena 2016 queda demostrado que hay que sudar mucho, ya veremos qué pasa.

De momento, llegamos al parón navideño -paroncito, porque en lugar de jugar el fin de semana se juega tres días después- con unas sensaciones insuperables porque como ya pasó cuando se ganó en Menorca, el sabor de boca que deja ganar en canchas donde jamás lo habíamos hecho realmente hace crecer nuestra fe en el equipo. Hay muchas cosas con las que me quedaría del partido en tierras andaluzas: que lo de David domine día tras día ya no nos sorprende, pero da gusto comprobar que Miralles le acompaña también a un nivel altísimo; que Jimmy Baron jr. después de un partido gris al menos en numérico tiene la suficiente confianza para clavar siete puntos seguidos en la recta final que prácticamente suponen sellar la victoria, que Ricardo sea capaz de repartir ocho asistencias y Salgado tres (siendo la única pareja del mismo equipo entre los diez que más asistencias reparten en la ACB); pero por encima de todo, sin ningún genero de duda, lo que más me gusta y alegra es... Domen Lorbek, 27 minutos, 11 puntos, 3/4 en triples. Sinceramente, me encanta. Porque en la última cita daba la sensación de que se fue jodido, afectado, pero ha logrado darle la vuelta y acabar el partido siendo el tercer anotador del equipo (siendo el 5º que más posesiones dispone). Había tenido partidos destacando en labores de intendencia, pero le hacía falta un partido así para sentirse importante, que lo es, en este equipo y su rotación. Son de las mejores noticias que podemos tener.

El sábado una persona que sabe mucho de marketing me decía lo siguiente: una vez que pierdes un cliente, un espectador, es harto difícil recuperarlo; mucho más complicado... Y ahora que va a comenzar la campaña de media temporada de captación de abonados me pregunto si será suficiente todo lo bien que está jugando el equipo para que el DA2016 vuelva a rondar los 7.000 en lugar de los 6.000; porque el equipo da argumentos de sobra para ello, su juego, su unión, todo lo que transmiten como grupo a la grada, es mucho... pero eso lo vemos los que acudimos regularmente y el año pasado, lamentablemente, la pérdida de ilusión fue grande, provocando una sensible rebaja en los abonados. Por eso, si todo lo que estamos diciendo no es suficiente para convencer a la gente, desde luego que clasificarse para la Copa sí que lo sería. Aunque creo que este año el que haya visto un partido del GBC sin duda quiere repetir, porque lo que ofrece el equipo, su despliegue, es más que convincente y atractivo; por eso es importante lograr que la gente vaya a verlo, porque merece la pena. Además de que el ambiente en la grada es cada vez mejor...

Me seduce tanto la idea de que este equipo esté compitiendo de la manera que lo hace en cada partido que el viejo problema de la presión por entrar en la Copa no me da ningún miedo. Y no me lo da porque el crecimiento y madurez de club, el equipo, la afición; de todos, es clara y evidente. También porque la salvación y esa bonita lucha son compatibles, incluso visto de manera adecuada puede hacer crecer la motivación. En tanto en cuanto la Copa no es una obligación sino una ilusión y cada victoria ahora es calorcito para cuando llegue el más crudo invierno de la dura segunda vuelta, todo invita al optimismo. Al contrario que el año pasado no veo a ninguno de los agentes implicados -jugadores, técnicos, club, afición, prensa- nerviosos, al contrario, veo prudencia, contención a la vez que ganas e ilusión. Y es lo mejor que nos podía pasar. El ejemplo perfecto es que cuando más se ha disparado la euforia este año que fue tras la victoria en el derbi, se perdieron tres partidos y no pasado nada, nada se desestabilizó ni dentro ni fuera y la confianza siguió siendo máxima hasta que dos victorias seguidas han vuelto a aparecer. Me resulta muy obvia la diferencia respecto al año pasado y lo que sucedió en la semana del basket y las derrotas ante Valladolid y Obradorio; un mundo entero separa la sensación de entonces a la actual. Es agradable comprobarlo.

Mientras el equipo siga así de unido, de comprometido, de concentrado, de motivado, de determinado... no tiene porque cambiar lo bien que estamos, si acaso, a mejor. Porque este Lagun Aro tiene recorrido, tiene margen de mejora y eso que ya es efectivo a la vez que seductor a la vista del espectador. Así que dame pan y dime tonto. Dame victorias y buen juego y olvídate de miedos y fantasmas del pasado. Y nada de relajarse a pesar de todo lo bien que lo estamos pasando esta temporada, queremos más, queremos seguir así.

Y hablando de pan, la victoria del Lagun Aro GBC en Granada no ha sido lo único que celebrar este fin de semana. No me puedo ir sin agradecer a los amigos de la Peña Omnes Uni y el Foro de DV su invitación a una comida que para una persona como el que suscribe, que de lo que más disfruta hablando es de Baloncesto, fue realmente deliciosa; lo fue por la compañía y la charla porque estuve muy a gusto, pero desde luego también por los incomparables pimientos rellenos, una carne de un nivel que uno ha provado pocas veces y a una tarta artesana que fue la guinda perfecta a un mediodía memorable. Gracias a todos de corazón. Me quedé con la pena de disfrutar de la presencia de alguna baja de última hora por enfermedad, la próxima vez seguro que acude, así que no hay problema.

Termino también con, a mi modo de ver, otra gran noticia: la llegada de Luis Arconada como jefe de prensa del club. Sinceramente deseo que a Ion Mikel Pradera le vaya muy bien a partir de ahora, que tenga toda la suerte del mundo, pero a la vez celebro la entrada de Luis que sé a ciencia cierta que es un periodista de los mejores que tenemos en Gipuzkoa y que nos va ayudar mucho a sus compañeros que seguimos la actualidad del club. Bienvenido Luis y enhorabuena; va a ser un placer compartir el día a día de basket contigo.

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lunes, 13 de diciembre de 2010

Ventajas de ser un equipo


A veces las actuaciones individuales nos hacen olvidar que el Baloncesto es un deporte de equipo, que lo que acostumbra a marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso es el colectivo por encima de los individuos. La victoria cosechada por el Lagun Aro GBC el sábado me parece que ejemplifica perfectamente ese hecho. Si hay que destacar dos nombres por encima del resto, sin duda a nuestra cabeza van a acudir rápidamente David Doblas y Jimmy Baron. Y con razón, el pívot cántabro dominó la zona sin fallos en el tiro mientras que el escolta de Rhode Island se resarció de su falta de acierto en Badalona con una exhibición de sus cualidades desde la larga distancia. Ambos brillaron con luz propia, pero sin la aportación del resto de sus compañeros se me antoja imposible haber ganado a un equipo tan sólido con el Gran Canaria. Alfonso Sánchez no sólo firma su mejor partido ofensivo de la temporada, sino que cumple con su labor de secar a Jaycee Carroll a las mil maravillas. Le volvió loco con su defensa. Kone también nos hizo disfrutar con buenos minutos de refresco y aunque no estuvieran acertados cara al aro, el trabajo de Miralles y Panko me resulta impagable. Pero por encima de todo, hay que darle las gracias a Ricardo Uriz, que jugó con 39 de fiebre, tras dos días vomitando y sin poder salir de la cama. Otro se habría quedado en su casa, nuestro capitán no.

Y toda esta exposición inicial me lleva a desmentir la falacia que parece querer instaurarse en la opinión pública referente al GBC: Aquí son dos o tres los que nos están haciendo prosperar mientras el fondo del banquillo es un desastre. Para mí eso es una absoluta mentira. Es el conjunto, el grupo en toda su inmensidad el que nos está llevando a asentarnos en una zona de la tabla en la que nos sentimos muy a gusto. No voy a negar lo que los números sugieren, David y Jimmy, acompañerados por Panko y Salgado, en algunas ocasiones Miralles, llevan el peso de este equipo, pero el asunto del reparto de rol es fundamental para entender el funcionamiento de este grupo. Y este último partido sirve como muestra de ello. No tengo dudas de que el jugador más importante de este equipo, la principal referencia se llama David Doblas. Lejos de lo que muchos puedan considerar, el éxito de este equipo viene de dentro hacia afuera más que de fuera hacia adentro. Y más con bases tan buenos pasadores y tan buenos interpretando el juego de los pivots y sus necesidades como Salgado y Uriz.

Cuando se establece una superioridad interior, cuando nuestra pintura se muestra sólida, es mucho más sencillo anotar para los exteriores. De ahí, que las tres asistencias de Doblas en el partido se traduzcan en otros tantos triples de Jimmy Baron. Es una cuestión de equilibrio, porque cuando provocamos que salten las alarmas tanto por dentro como por fuera en las defensas rivales, nos convertimos en un equipo verdaderamente peligroso.

Ahora bien, he escuchado críticas sobre el partido de Panko, porque no anota, porque supuestamente pasa desapercibido por el partido... y en cambio a mí me da la sensación de echarle muchísimo en falta cada vez que pasa por el banquillo. Su trabajo en defensa y rebote, el empaque que le ofrece al equipo en un partido tan duro, como he dicho al principio, es impagable. Igualmente lo es el esfuerzo constante de Albert Miralles. Su aportación estadística esta temporada está siendo irregular, es cierto, pero su aportación en cuanto a esfuerzo y compromiso es enorme y fundamental para este equipo. No es fácil cumplir ese papel de gregario en el quinteto inicial, donde a priori, muchos días es la última opción en ataque. Lejos de borrarse, de mostrarse incómodo o incluso molesto, Albert se faja día tras día, dando al equipo argumentos muy necesarios para sacar triunfos. A David le toca ser líder y a Miralles secundarle; y lo hace sin egos, asumiendo un rol que quizá no resulta tan divertido pero que es igual de importante para alcanzar esa palabra que ha salido a la palestra hace un rato: equilibrio.

Y si destacó a los dos que cumplieron ese papel más oscuro, evidentemente voy a hablar de los que estuvieron bajo los focos. Sobre David Doblas sólo hay que resaltar lo siguiente: 7/7 en tiros de campo para 14 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias. Si no es por las cinco faltas, su partido es estadísticamente perfecto. Y en la practica, exactamente los mismo, con alguna falta dudosa y el hecho de que en los últimos partidos se está cargando de faltas como consecuencia de cierto desajuste en la defensa colectiva que le ha expuesto en las ayudas. Dentro de lo bien que van las cosas, hay momentos en los que los exteriores no han cumplido con su papel atrás y lo han pagado nuestros pivots. Pero por lo demás, David Doblas está ahora mismo y sin ningún genero de dudas en la élite interior de esta liga, sin duda entre los mejores nacionales y es el jugador más importante de este GBC, siempre en mi opinión claro. Asume y ejerce el papel de líder, un paso adelante al que ha sido invitado por su entrenador, ofreciéndole esa importancia en el juego y el ha aceptado el reto con brillantez.

Lo de Jimmy, bueno, después de firmar 1/7 en triples en el último partido, era un poquito de esperar, ¿no? Quizá no esa exhibición, pero sí una reacción importante. Lo que hace el sábado me lleva a pensar en la mejor actuación en lo que tiro exterior se refiere que hemos visto en el Donostia Arena 2016. Recuerdo algún día memorable de Bullock, alguna colección de triples de Schroeder en la LEB, pero no este show cargado de talento y carácter, que en lo numérico desde luego no tiene paragón en nuestra corta historia. Remontamos al son que marcan sus triples... El que anota con falta y el que consigue saliendo en carrera y parando en dos tiempos cayendo hacia atrás son antológicos... Realmente se ha dado en el clavo con este chico, es un tirador, un anotador, magnífico.

Y destacar a Jimmy sin hacer lo propio con Alfonso Sánchez sería injusto. Varias circunstancias le llevan a firmar su mejor partido del año. La primera y más importante, que lejos de frustrarse porque no le estaban saliendo las cosas en ataque, su nivel defensivo nunca ha bajado un ápice mientras que ha aprovechado las mañanas libres para irse a hacer tiro con Lolo Encinas para tratar de superar su desacierto. Bueno, pues además de bajar los porcentajes del máximo anotador de la ACB gracias en parte a su trabajo, de ganarle por completo la partido a Jaycee; se marca un partido en ataque que podemos calificar como destacado. Resulta ser uno de los pilares de la victoria.

También hay que reconocer que el partido se puso muy, pero que muy feo. Y no tengo dudas que si lo sacamos adelante es por el equipo. La remontada es el resultado de que creyeron los unos en los otros. No voy a defender que esto sea un mundo de fantasía y que todo sea perfecto. Ni mucho menos, me gustaría que Domen encontrara la confianza perdida, que Kone -quizá no en este partido- no perdiera la concentración tan fácil traduciéndose ello en faltas innecesarias; que Niko no sea un poco más constante y, de paso, que Lander Lasa tuviera algún minuto que otro. Pero también soy consciente de que, precisamente por el reparto de roles, no les puedo pedir a estos jugadores como si fueran actores principales. Lo único que les pido (a todos) es que cumplan con su cometido y así, el equipo encontrará su equilibrio y seguirá dándonos tantas alegrías como nos está regalando esta temporada.

Sinceramente, considero la victoria del sábado una de las más importantes en lo que llevamos de temporada, quizá no por brillantez en el juego o más bien por regularidad -porque chispazos brillantes sin duda los hubo-, pero sí por relevancia y demostración de carácter. Porque la diferencia entre ganar y perder era vital para el factor anímico y el equipo superó una dura prueba. Pero es la ventaja de ser un equipo, en mayúsculas, y con todo lo que ello implica. Y hay que reconocérselo a todos, no a unos pocos. Podemos estar muy contentos y orgullosos, no sólo de algún jugador, sino de todo el Lagun Aro GBC. Su trabajo, en una tarde que desde luego no era sencilla, fue sin duda convincente.

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lunes, 6 de diciembre de 2010

Ahora es cuando hay que confiar


Qué sensación más rara se queda tras el partido de Badalona. Hay dos asuntos que no me gustan nada; el primero, quedarme con la misma sensación de impotencia y la misma cara de tonto que en Manresa, pues en ambas ocasiones el Lagun Aro me ha ofrecido una sensación de superioridad pero no ha podido llevarse el partido. Y segundo, cada vez es más acusado el hecho de que en el estamento arbitral existe una falta del respeto por GBC terrible, es algo que se mantiene en el tiempo y que empieza a preocupar. Alguien tendrá que levantar la voz porque nos están tomando el pelo. Y no es que perdiéramos el partido por los árbitros, pero sí afirmo sin tapujos que nos perjudicaron ampliamente. Una diferencia de 25 faltas a 15 es sangrante, por mucha zona que utilizaran ellos y muchos triples que tiráramos nosotros. La cuarta falta de Doblas es el ejemplo perfecto y el labio abierto de Jimmy Baron una muestra de lo que le dejan hacer a sus defensores. No podemos quedarnos callados ante algo que se repite jornada tras jornada. En cualquier caso, para mí hay dos claves por las que perdemos este partido. La primera, el rebote ofensivo que captura English, después de una defensa acertada que obliga a una mala opción de la Penya, si ese rebote cae en nuestras manos, ganamos el partido. Seguro.


Y además, perder la renta de diez puntos de la que gozábamos recuerda un poco al guión de Manresa. Sé que en el tercer cuarto llegamos a estar con seis faltas en contra y ninguna a favor, que mandan a David al banquillo de manera injusta. En cualquier caso. Hay que pensar en lo que depende de nosotros y en las dos últimas salidas hemos desperdiciado sendas ventajas más que relevantes que invitan a pensar que hemos desaprovechado grandes oportunidades de victoria.

De todo esto sigo sacando conclusiones positivas. El equipo siempre compite. Salvo el día de Madrid, así ha sido, ha estado sólido en todos y cada uno de los partidos. Y vamos 5-5 lo que no es ningún drama. Ni mucho menos. También opino que ahora hay que ganar el próximo partido como sea, que Gran Canaria no se puede ir de Donosti de rositas. Se me antoja un punto de inflexión, un partido que puede marcar dinámicas, estados de ánimo... fundamental en lo anímico. Hay que ganar el próximo partido. Y lo mejor de todo es que creo que creyendo en lo que se está haciendo se va a conseguir. A mí me gusta mucho como juega al baloncesto el Lagun Aro GBC, su idea y planteamiento. Hay días que las cosas salen y otros que no, hay días que los tiros entran y otros que no; desde el principio de temporada dije que algún día Baron firmaría un 1/7 en triples y no pasa nada, lo mismo que ahora estoy seguro de que meterá cinco, seis o siete triples en algún partido con buenos porcentajes... y no me extrañaría de que ese día sea el próximo sábado ante el Granca.

A lo que voy es que en el fondo, lo que está desarrollando esta temporada el Lagun Aro GBC, tanto en ataque como en defensa, todo su juego en sí, me parece acertado. Es mi opinión y puede que haya a quién no le guste... pero a mí no sólo me gusta sino que me ilusiona. Y en días como éste es en los que más creo que hay que confiar.

Dicho esto, separemos lo que se hizo bien de los errores, centrándonos en el partido de ayer frente a la Penya. Era evidente que el GBC quería obligar a los verdinegros a jugar en media pista, es decir, no permitirles correr. Mientras Pepu mantuvo la defensa individual, la batalla estaba ganada, Salgado marcaba el ritmo y el equipo encontraba soluciones. Las defensas alternativas plantearon muchos más problemas y creo que aunque hubo ataques en los que se movió el balón con criterio y buscando siempre la mejor opción, también hubo un rato en el que la precipitación marcó el ataque y se abusó del triple. Ha habido días en los que se ha tirado más de tres que de dos, siempre y cuando fueran buenas decisiones y buenas posiciones de tiro no tengo ni una pega que poner. Ayer en cambio algunos triples están tirados un poco a lo loco, como cayendo en la trapa que ellos planteaban con esas defensas, esa invitación a caer en su juego y su ritmo. Fue ahí cuando el partido giró en nuestra contra.

Y una de las razones que me invitan a confiar en este equipo es que cuando peor estaban las cosas fue cuando más templanza y mejores decisiones (en ataque) comenzaron a tomarse. La ventaja la tenía Panko y de diferentes formas se le buscó y encontró. Él asumió la responsabilidad, anotando o sacando falta en todas y cada una de las veces que encaró el aro. Y metió los tiros libres cuando más calentaba el sol. Ejerció de líder cuando se le requería y yo creo que es justo que la última bola fuera para él. Lástima que la fallara. La próxima seguro que la va a meter.

Pero en ese lapso de tiempo, hacia el final de partido, desde que la Penya le da la vuelta y cambia el escenario, cuando el GBC estaba buscando recortar desventajas cortas, se mezclan defensas colectivas correctas y eficaces con errores individuales que nos cuestan caros. Creo que Javi Salgado es una joya para este equipo, me parece vital en el cambio a mejor, pero ayer comete un par de despistes que nos cortan las alas en plena remontada y es justo decir que si quiere guiar esta nave en momentos clave debe dejar de tener esos lapsus. Lo mismo digo de Jimmy Baron, su 1/7 en triples no me preocupa, pero sí que no cierre el rebote a English en la defensa decisiva del partido, ya estaba hecho, sólo había que capturar ese rebote tras llevarles a una mala decisión de tiro. Fue la clave en el momento más importante. Hay cosas que mejorar.

También me quedo con la sensación de que si no sacan a Doblas del partido la película habría sido muy distinta. Su segunda y cuarta faltas (sobre todo esta última) me parecen de broma, de que no nos toman muy en serio. O de algo distinto y peor que no quiero ni pensar. Pero que el criterio arbitral fue distinto en un lado y en otro, sobre todo en momentos puntuales y muy importantes del partido, también.

Pero como de lo único que nos podemos preocupar es de lo que podemos controlar y depende única y exclusivamente de nosotros, pensemos en qué tenemos que mejorar y qué tenemos que mantener a pesar de haber perdido. Yo creo que son muchas más las cosas que tenemos que mantener, en las que tenemos que seguir creyendo aunque hayamos perdido tres partidos seguidos, que las que hay que cambiar, que por supuesto también existen. Sin embargo, para mí, sería un error ponernos nerviosos y cambiar un planteamiento que a mi parecer es acertado y prospero. No tengo ninguna duda de que ahora es cuando más hay que confiar. Confiar en el equipo, confiar en el entrenador y confiar en lo que están haciendo. Yo creo que lo merecen y si lo hacemos nos devolverán esa confianza con victorias y, además, con buen juego. Vamos a ganar al Gran Canaria, al fin y al cabo, la derrota ante el Valencia no menoscaba una fortaleza en casa que viene de largo. Y no tengo dudas de que se va a prolongar.

Me duele la derrota, y más en la manera en la que se produjo. Pero no tengo razón alguna para pensar que nos hemos alejado del buen camino.

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lunes, 22 de noviembre de 2010

Con la cabeza bien alta


Se puede perder y perder. Hay muchas maneras. Pero la que le tocó el pasado domingo al Lagun Aro GBC en Manresa nos tiene que hacer sentir igual de orgullosos que cuando gana. De hecho, he visto ganar a nuestro equipo unas cuantas veces jugando bastante peor que el pasado domingo en el Nou Congost. El equipo que entrena Pablo Laso puso todo de su parte para sacar adelante un partido que mereció ganar, puso el buen juego y también la casta cuando más apretaba el viejo pabellón manresano. Incluso cuando peor estaban las cosas encontró la manera de sobreponerse. Sólo una acción desesperada de Rodrigo San Miguel (que magnífico jugador) arrebató al GBC lo que era suyo por derecho. Esa penetración es lo más parecido a lanzar una moneda al aire que he visto en mucho tiempo, hay que tener el valor de jugársela, pero la fortuna acompañó al base rival. Para nosotros fue cruz, pero si ese tiro en lugar de golpear en el aro y caer dentro, rebota y cae fuera, estaríamos hablando del magnífico trabajo del GBC para cosechar una gran victoria. El triunfo no fue tal, pero el partido y la labor realizada siguen siendo dignas de elogio, por supuesto que sí.

Es una lástima que el partido no fuera televisado porque dejó cantidad de detalles en los que fijarse, aunque por encima de todo, fue un precioso partido de baloncesto. Llama mucho la atención la puesta en escena del Manresa, tanto en el arranque de partido como en la salida tras el descanso el equipo catalán parece un ciclón. La falta de calidad la suplen con una entrega brutal, un despliegue defensivo que requiere máxima concentración y un apoyo de la grada que les lleva en volandas. Ante esto, el Lagun Aro puso buen baloncesto, así de claro. El GBC no dejó de creer en su idea de juego y eso le permitió hacerse con la manija del partido. Mucha culpa de ello tuvo Ricardo Uriz, que tiene esa virtud de cambiarle la cara a la situación cuando peor van las cosas. Su entrada en la primera parte enfrió a un Manresa que gozó de rentas entorno a los 10 puntos en el comienzo. Cuando entró el capitán del equipo el ritmo de juego giró hacia nuestro favor y el ataque funcionó tan bien como lo viene haciendo toda la temporada.

Sinceramente, en el segundo cuarto el difícil pensar que el partido se le pudiera escapar al Lagun Aro. Desde una defensa excelente puso el partido donde más le interesaba, no dejando jugar en transición a su rival y obligándole a jugar ataque posicionales donde sus recursos bajan ostensiblemente. Era evidente que a Manresa la única carta que le quedaba para ganar el plantear un partido loco. Y aún así, el GBC aguantó el primer envite. Y no es sencillo.

Ese primer envite llegó tras el descanso, Manresa salió a revolucionar el partido y tras unos minutos complicados, con el mejor Panko de la temporada a la cabeza, se volvió a poner la ventaja en 10 u 11 puntos. El gesto de carácter de los nuestros fue tranquilizador, les confieso que en ese momento pensé que ya no se nos podía escapar. Pero no contaba con los 8 puntos seguidos de Grimau. Ese parcial es el que mete de lleno al Manresa en el partido. Y, si les digo la verdad, tranquilamente pudo fallar los tres tiros, porque fueron decisiones de héroe o villano, de remontamos o se nos va el partido al carajo definitivamente. Y por desgracia fue lo primero.

Aún y con eso, el GBC aguantó el tipo. Ante los 6 de 7 triples del último cuarto del equipo rival siguió en pie. Fue entonces cuando se notó la diferencia de tener a Salgado o no tenerlo, porque gestionó muy bien los últimos ataques del Lagun Aro. También es muy buena señal que Jimmy Baron no se esconda en esos instantes. Hubo un triple suyo de ocho metros que provocó un unánime oohh!! en la grada, pero más espectacular me pareció a mí una penetración al final posesión que acaba con un tiro dejándose caer para atrás. Demostró un gran carácter y no esconderse. Lástima que fallara un triple que hubiera supuesto la puntilla. Ese triple lo falló en pleno festival, no sé si fueron cuatro o cinco seguidos por parte de los dos equipos en la recta final del partido y el único que se salió, el de Jimmy, al que poco hay que achacarle.

Pero aún y cuando Manresa se pone por delante a falta de pocos segundos para el final, Lagun Aro encuentra la manera de volver a darle la vuelta. La jugada que acaba en el triple de Tskitivili está ideada y ejecutada a la perfección. Sólo esa canasta de San Miguel nos priva de una victoria para la que hicimos méritos de sobra.

Lo peor, las pérdidas de balón, evidentemente. Es muy difícil ganar fuera (y en casa) si pierdes 23 balones. Personalmente, también eché en falta que se aprovechara un poco más la superioridad de nuestra pareja interior titular, tuvieron menos protagonismo del que era deseable, pero claro, ahí también entra el mérito de la buena defensa del rival.

Lo que más me gustó, sin duda comprobar que hemos recuperado al Panko de primer nivel, que Ricardo firmó un gran partido fuera y que ante las adversidades que te plantea un partido tan duro y complicado como el del domingo en el Nou Congost, el equipo sale airoso, es capaz de desarrollar su juego, de firmar altos porcentajes, de defender duro, de mantener el tipo en los malos momentos y de tomar buenas decisiones en un final apretado con todo en contra.

Por todo eso, pero especialmente, por la imagen ofrecida, podemos decir que el equipo cayó, pero que lo hizo con la cabeza bien alta. Y también que podemos estar seguros que son más los argumentos positivos que los negativos que podemos sacar de este partido. Me siento muy orgulloso del Lagun Aro GBC que jugó en el Nou Congost, tanto como lo estoy del que estamos viendo toda esta temporada. Viene una parte complicada del calendario y creo firmemente que es ahora cuando más tenemos que confiar y creer en nuestro equipo. Primero, porque dar razones de sobra para ello, y segundo, porque jugando así se le puede ganar a cualquiera. ¡Así que a por el Valencia!

No me quiero despedir sin mandarle un abrazo enorme a uno de los grandes del baloncesto guipuzcoano. El veterano árbitro Antxón García, del que tanto hemos aprendido en la cancha y que tantos años lleva siendo uno de los responsables de que cientos de locos por el basket nos los podamos pasar bien jugando cada fin de semana, va a estar un tiempo lejos de las pistas por un problema de salud. Desde aquí le quiero enviar todo el ánimo del mundo y decirle que somos muchos los que agradecemos su enorme y contagiosa ilusión por el baloncesto. No es un árbitro, es un maestro y le vamos a echar muchísimo de menos hasta que vuelva coger un balón y desear suerte a ambos equipos antes de lanzarlo al aire. Recupérate pronto Antxon, te estaremos esperando sobre el parqué.

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martes, 16 de noviembre de 2010

1 contra 1: ¿Objetivo la permanencia?

 Objetivo: ¿Permanencia?

Durante la pretemporada el objetivo de la permanencia parecía claro. Pensar el cualquier otra cosa traía recuerdos de malas experiencias. El presupuesto del GBC había mermado y en un tiempo de crisis que azota a todos los clubes, no se pensaba en otra cosa. Han pasado casi dos meses desde que se levantó el telón de la temporada 2010-11. Ahora, con el balance de 5-2 y las sensaciones que desprende el juego del equipo, podemos jugar a imaginar otros objetivos. ¿Es el momento? ¿Cual es ese objetivo? ¿Dónde se puede llegar? ¿Cual es la forma?

Iker
Me resisto a pensar que el objetivo del Lagun GBC sea simple y llanamente la permanencia en la ACB. Me niego. La permanencia no puede ser todo a lo que aspire nuestro equipo, eso significaría estancarse, ofrecer muy poca ilusión a una afición que necesita estímulos después de una pasada temporada bastante decepcionante. Tampoco estoy diciendo que nuestro equipo tenga la Copa y los playoffs como una obligación, por supuesto que no; pero sí aspiro a que el GBC suba un peldaño en su progresión y aspire a terminar la temporada en puestos superiores al 14º de la pasada temporada. Sinceramente, menos que eso me parecería desolador. Comprendo la importancia de jugar la ACB, pero permanecer en esta Liga sin competir de alguna manera, sin ambición alguna, es casi como no estar. También entiendo la prudencia de Ramoneda esta temporada no saliéndose del guión de 'la permanencia y nada más', aunque me da un poco de pena porque esas declaraciones en las que decía el pasado año que el equipo tenía que estar entre el 9 y 12 me parecieron las más valientes y acertadas que ha hecho desde que está en el cargo. Él está convencido de que esas palabras le han hecho daño, sin embargo, yo pienso todo lo contrario.
Si la pasada temporada no fue la de dar ese salto de calidad que nos llevara a un zona más templada de la tabla, ésta debe serlo. La plantilla es más completa y compensada; para hablar del juego aún es pronto pero no tiene mala pinta, ¿verdad? Todos sabemos que queremos algo más que la mera permanencia. Al mismo Laso y a los jugadores se les han escuchado declaraciones más ambiciosas que ese discurso conformista de la permanencia y nada más, mesuradas, pero más ambiciosas... Mirando en la otra dirección, la Copa y los playoffs en ningún momento deberían ser un objetivo propiamente dicho hoy en día sino más bien, en todo caso, una consecuencia del trabajo bien hecho, un sueño agradable; sobre todo porque este año el nivel de la ACB por arriba es verdaderamente alto. La verdad, yo sueño simplemente con que el equipo pudiera pelear por alguna de esas cotas. Volviendo a la realidad; no puedo conformarme solamente con la salvación, es la hora de mirar hacia delante, de aspirar a algo más, de no ser timoratos sino valientes, de cambiar indecisión por determinación y tibieza por carácter ganador. Siempre con los pies en el suelo, eso sí, y con esa fórmula de pensar siempre en el próximo partido (que suele ser sinónimo de éxito), pero conscientes de que este equipo da para algo más que sólo poner dos equipos por debajo. Y por ese camino y con esa actitud seguramente veamos más gente sentada en las gradas del Donostia Arena 2016. Brindo por ello.


Carlos
Claro Iker, claro. El problema es que salir a dar titulares efectivamente puede costar caro. El primer paso que el Lagun Aro debe dar es la permanencia. Después ser sólidos en casa e ir creando un estado de ánimo para ellos mismos y para los rivales de que el DA2016 es un campo muy difícil. Casualmente, ambos objetivos se consiguen manteniendo el enfoque en la misma dirección: El siguiente partido.
Si te fijas, los equipos que luchan por la permanencia (que no se decide hasta 1, 2 jornadas para teminar e involucra a no menos de 6 equipos) y que se hacen fuertes en casa, consiguen acercase a esos puestos deseados que dan opciones de copas, playoffs, etc.
Mirar más allá es ensoñar. No hay nada malo en ello si se vive en la realidad, pero si se quieren vender motos como si fuesen cohetes espaciales, cuando se descubre el engaño, se paga la factura.



Iker
Es que la permanencia no es dar un paso, es quedarnos donde estamos (ojo, que es la ACB). Yo creo que en la progresión natural de este equipo, lo siguiente es dejar de formar parte de ese grupo que sólo lucha por salvarse y nada más. La virtud de ser sólidos en casa es la base en la que apoyar ese salto de calidad. Una virtud tan importante que puede significar olvidarse de apuros. En lo del enfoque de partido a partido estamos totalmente de acuerdo, debe ser el único horizonte, pero no confundamos términos, ése es el camino y aquí estamos hablando de la meta. ¿De verdad crees que este equipo no da para algo más que para evitar los puestos 17º y 18º? Porque yo estoy convencido de que sí.

Tampoco me quiero dejar cegar por el brillante arranque de temporada. Y también pienso que hay que saber llevar los tiempos. Además aceptar que primero hay que asegurar la permancia para después pensar en algo más, que ese es el camino, yo creo que en ningún caso hay que hablar de Copa hasta que queden dos tres jornadas para el final de la primera vuelta y verte con opciones sólidas y reales. Nombrar siquiera el playoff me parece un quimera. No es momento de discutirlo ni me parece relevante. Otra cosa es que si el camino sigue siendo así de sólido y aparecen opciones consistentes de Copa, ni tan mal. Sería fantástico para el club y la afición. Pero repito, cuando llegue el momento ya hablaremos, porque no lo asumo como un objetivo sino como una posible consecuencia. Lo que sí me parece de recibo es aceptar que el Lagun Aro puede y debe esta rondando esos puestos del 9º al 12º, al menos estar más cerca de ellos que del fondo de la tabla, ése es el salto de calidad que quiero y creo que debe darse. Los pies en el suelo, sí; pero la vista en el cielo.


Carlos
¿Qué la permanencia no es un paso? En una temporada en la que se reduce el presupuesto y se es más clase baja. ¿Sí? ¿Seguro? Siguiendo tu lógica, ¿donde está el fin? ¿Cuando Caja Laboral Baskonia gana al Regal Barça la liga, a qué debe aspirar la siguiente? Para mi es sencillo y más en baloncesto donde los presupuestos son vitales para definir la calidad y (y objetivos) de un equipo. Con 5 millones de Euros, el objetivo es la permanencia. Sencillo.
Es difícil no mirar más allá. El GBC está obteniendo unos espectaculares resultados y sobre todo está jugando con una gran solidez. Yo sigo pensando que en una liga sin clase media, la permanencia debe seguir siendo el objetivo. Cuando se lleven las 12 victorias, sólo entonces se debe mirar más allá. ¿Que el día a día permiten luchar por la Copa? Bien, pero no olvidemos lo ocurrido la pasada temporada y las consecuencias que tuvo. No hay otro camino para un equipo modesto (y el GBC lo es) que ir partido a partido. La leche la vendemos cuando lleguemos al mercado y con los beneficios veremos lo que hacemos.


Iker
Seámos sinceros; ahora mismo, no hay nadie, absolutamente nadie en el GBC y su entorno que en su fuero interno no esté pensando en la Copa. Todos amigo mío, todos. Jugadores, cuerpo técnico, directiva, patrocinador principal y, por supuesto, prensa y afición. Todos tenemos ese -de momento- secreto deseo. Yo repito que hasta que falten mínimo cuatro jornadas para el final de la primera vuelta no voy a echar cuentas. En cualquier caso, lo piensen o no en la plantilla, su postura y actitud me parece la más inteligente. La pasada temporada Fuenlabrada ganó los cuatro primeros partidos de liga y no fue a la Copa... además pasó algún que otro apuro para salvarse. Se trata de que esto no sea flor de un día. Y de ahí mi siguiente reflexión, estamos hablando de objetivos cuantificables numéricamente, 12 victorias, puestos en una clasificación... en mi opinión tan importante como el el qué es el cómo. Es decir, que para mí uno de los objetivos principales de la temporada es que el equipo juegue un buen baloncesto y muestre un compromiso similar al que viene esgrimiendo. Porque así, divierte y transmite muchísimo.
No nos engañemos, si el equipo sigue con esta actitud y jugando de esta manera no vamos a pasar apuros. Las derrotas llegarán y seguro que habrá malos momentos durante la temporada, pero no olvidemos que de esas doce victorias que pides como primer paso, sólo nos falta una para tener la mitad. Todo lo que planteas de saber quienes somos me parece clave, este equipo está prosperando a base de humildad y deseo; si ahora viaja a Manresa (donde jamás hemos ganado) sintiéndose superior, favorito, en lugar de aceptar que ésta es una cita de nuestra liga y además una de las más duras, mal nos va ir. Pero lo mejor de todo es que saben perfectamente dónde están y lo que deben hacer. Si el Lagun Aro GBC es capaz de mantener estas ganas y, a la vez, encuentra una consistencia en su juego, la permanencia vendrá por sí sola y podremos hablar de otras cotas. Queda un mundo y muchísimo trabajo por delante; pero no albergo dudas que el lugar de nuestro equipo no debe estar cercano a los dos últimos de la tabla en la ACB. Y creo que no lo va a estar.




Carlos
Tú lo has dicho Iker: "Si el equipo sigue jugando así..." Pero esto es como la bolsa "rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras..."
Todos queremos seguir disfrutando. Que el equipo siga jugando de este modo. Que los resultados sigan siendo positivos. Que el GBC siga siendo el equipo de moda. Sí Iker, este es el camino. Tú sabes tan bien como yo que habrá momentos malos, que pueden llegar lesiones y hasta cantos de sirena (véase el caso Ingles). ¡Hay tantas cosas que pueden pasar! ¿Y cómo reaccionan los protagonistas? Ayer escuché a Miralles en la Cadena SER decir lo de "partido a partido" y lo de "seguir siendo fuertes en casa". Para poder soñar, se han de tener unos cimientos fuertes. Este club es de los humildes (que todavía no ha tenido que acogerse a ninguna ley concursal) y su objetivo es el que es. Ellos lo saben. Nosotros también. Claro que hay que ser ambiciosos, pero es que se han jugado 7 de 34 jornadas (34/7=menos de la 5ª parte de la competición). Es pronto Iker. Es pronto. Yo coincido plenamente con el discurso oficial. El partido a partido es lo que ha permitido ir 5-2. El partido a partido es lo que puede llevar a este equipo a su objetivo: la permanencia. Después, el partido a partido dirá hasta donde se llega.
Ilusión sí, claro. Con los pies bien apoyados.


¿Y tú qué opinas?


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sábado, 13 de noviembre de 2010

Este equipo va muy en serio


Les confieso que tengo muchas cosas en la cabeza... por encima de todas, una sensación de felicidad, de plenitud que no se me quita con el transcurso de las horas. Me quería tomar un tiempo antes de escribir porque en caliente podría alejarme demasiado de la objetividad y tanto no debo, aunque tampoco quiero que esta huella tan edificante que me dejó el derbi (a mí y unos cuantos miles) se me borre por completo. Porque lo que aquí refleje no sería real si no plasmo en cierto modo ese sentimiento. Lo primero, para todos aquellos aficionados del Lagun Aro GBC que no pudieron estar en el Donostia Arena 2016, lo siento mucho. Recomiendo ver el partido en ACB360, yo le voy a dar otra vuelta porque vale la pena; sin embargo, lamento decir que ahí no se va a reflejar el ambientazo que se respiró en la grada. Es de los días que mejor me lo he pasado allá arriba en Illumbe.

Dicho esto, quiero recordar que, en mi opinión, la asignatura pendiente más importante para el GBC esta temporada era generar ilusión. O más bien, devolver la ilusión a un público que necesitaba algo en lo que creer tras la pasada temporada. Bien, a estas alturas se puede afirmar sin miedo a equivocarse que la ilusión en la afición guipuzcoana está disparada y hablando exclusivamente de ello, ésta es una de las mejores noticias que podemos tener. ¿Por qué esta ilusión? Yo veo tres razones fundamentales: Por un lado, la actitud que muestra este equipo sobre la cancha, el derbi es el ejemplo perfecto, pues era evidente cuál de los dos equipos deseaba más la victoria. Además, la unidad del grupo, la sensación de bloque es realmente esperanzadora. Y por último, no podemos obviar que el baloncesto que está practicando el Lagun Aro GBC es imposible que no potencie el ánimo y la fe de los aficionados.

Centrándonos en el partido, hay muchas cosas que llaman la atención. La diferencia entre tener un base de verdad (o dos) y no tenerlos es una de ellas y muy importante por cierto. No sé cuántas veces en un derbi habrá salido ovacionado un jugador por ambas aficiones, pero es que el partido de Javi Salgado bien lo mereció. Pero no quiero olvidarme del trabajo de Ricardo Uriz, que para mí estuvo genial en labores que requieren ponerse el buzo y ensuciarse. Es curioso comprobar como la influencia sobre el partido de Aaron Jackson no fue vital a pesar de protagonizar acciones de mérito y en cambio el ritmo de juego lo dominó por completo el GBC. Se jugó el partido que nosotros queríamos y así todo es más sencillo. Laso decía en la previa que el base titular de los bilbaínos le parecía un muy buen dos y viendo su capacidades cara al aro y su nula dirección, hay que darle la razón.

Y más allá de la enorme influencia de la dirección de juego en este partido no podemos obviar que David Doblas volvió una vez más a demostrar que está en el mejor momento de su carrera, que a la honestidad y honradez que siempre ha puesto a la hora de esforzarse ahora ha sumado templanza, seriedad y muchísima cabeza en todo lo que hace. Su partido ante el BBB fue un diez. Un rotundo e innegable diez. Que Doblas y Miralles se complementan a la perfección se demuestra cada día. Siempre es uno el objeto de mayor protagonismo ofensivo, siempre en uno confluyen los destinos estratégicos del ataque donostiarra cuando éste llega a la pintura, mientras el otro se busca la vida en segundas opciones; por eso están brillando alternativamente. Pero si cuando Doblas es protagonista hace 17 puntos con 7/10 en tiros de campo y 9 rebotes y Miralles le acompaña con un 10+10, difícil es superarles por mucha artillería interior que traiga el rival.

De hecho, cuando comparten minutos, la defensa en la pintura del GBC da un empaque al equipo que dispara su confianza, ayuda muchísimo a que los exteriores tengan la certeza de que si aprietan en el perímetro, no tienen nada de qué preocuparse en la zona. No sé si me gusta más cómo se desplaza Miralles o cómo aguanta David en el cuerpo a cuerpo; bueno sí que sé qué me gusta más: ver al colectivo dejarse la piel para proteger su canasta. Y si antes destacaba el trabajo sucio de Uriz, no voy a dejar pasar el partidazo de Domen Lorbek. Es cierto que necesita recobrar la confianza en su tiro, pero su labor defensiva (no olviden que lo mismo defiende escoltas que aleros y lo hace con acierto) y su toma de decisiones en ataque, le convierten en una pieza clave en el éxito del GBC más allá de lo que digan los fríos números.

Sobre Jimmy Baron, no me quiero dejar pasar la importancia de que los días que no le toca brillar tanto es capaz de sumar (aún no ha bajado de 10 puntos en ningún partido) sin consumir excesivas posesiones y sin condicionar negativamente en el juego ofensivo de su equipo. Es útil aunque ni siquiera reciba, sobre su amenaza concentra muchas atenciones y sus defensores -que le ponen fino a hostias, dicho sea de paso- tienen que recorrer muchos metros para perseguirle, con el desgaste que ello requiere. Pero por encima de eso, me encanta ver las caras de incredulidad de la gente cuando mete triples como su primero ante el BBB y más aún el evidente murmullo cada vez que recibe en condiciones de levantarse.

Sí que este asunto en particular me genera una duda. Cuando falta Baron sobre la pista, Panko también pero sobre todo Baron, echo de menos una referencia ofensiva en el exterior. No estoy hablando de un tipo que anote sino de alguien a quien buscar; lo echo de menos cuando el escolta de Rhode Island se queda en el banquillo.

Y ya que nombro a Panko, la actuación del tres titular de este equipo me surgiere dos reflexiones. En primer lugar, que me parece muy buena señal que por primera vez en la temporada sea el jugador que más posesiones dispone en el partido, es la confirmación de que se está acercando a su verdadero nivel. Y segundo, entre los muchos aciertos de Laso, uno de los más grandes, demostrar su confianza manteniéndolo en el campo después de la antideportiva a Hervelle. Con este gesto el entrenador demuestra conocer a su jugador, que en esos momentos de tensión siempre se crece y también le dice que cree en él porque quitándole sólo le habría frustrado. Panko contestó con varias canastas y faltas recibidas, aunque quizá dedicarle aquel fade-away al árbitro, por mucho que nos alborozara en la grada, se lo tendría que haber ahorrado. Pero cuando eres Andy Panko no vas a dejar que nadie te tome el pelo en tu casa.

Lo cierto es que fue un partido vibrante, lo pasamos muy bien viéndolo y te levantas con otra cara después de una tarde noche tan agradable. Este equipo va muy en serio. Y ahora es cuando llego allí donde muchos tienen su cabeza. En los días previos al partido leí y escuché en repetidas ocasiones desde Bilbao que el BBB venía a Donostia en busca de una victoria que les acercara a la Copa, incluso que les metiera de lleno en la Copa. La victoria, en cambio, se quedó en casa y la sumó un GBC que estaba con las mismas victorias. Entonces, somos nosotros los que nos acercamos, ¿no? Creo que no hay duda de que eso es así.

No encuentro razones para que la afición no sueñe, se ilusione y crea que el premio de la Copa es posible. Pero que se vea como un premio, como una consecuencia, como una ilusión (aún muy lejana) y no como una obligación. Más que por las cinco victorias, es lo que desprende el equipo, lo que transmite su unidad y su juego lo que nos puede convencer que un hito como ése puede ser posible. Ahora bien, es muy pronto para comenzar a hacer cábalas, para echar cuentas y, por encima de todo, sería un error terrible exigirle al equipo ese logro. Queda muchísima primera vuelta y estoy de acuerdo en dos cosas: que la posibilidad está ahí y que, sin ambages, el equipo tiene lo que hay que tener para conseguirlo. Lo importante reside en cómo enfocarlo. Si lo vemos como una bonita oportunidad, algo agradable por lo que luchar cuando llegue el momento, fenomenal. Pero el instante de temporada por el que pasamos, a lo que invita es a ir a Manresa la próxima semana sin apuros, con poco que perder, que ya es bastante. Sigo pensando que el partido a partido es el camino a seguir y que las cuentas se hacen a falta de tres o cuatro jornadas para el ecuador de la liga regular. Pero sí, yo también soy consciente de que es algo que está al alcance a poco que sigamos en esta línea. Ahora bien, cada cosa a su tiempo; ahora por mi cabeza ronda solamente ganar por primera vez en el Nou Congost de Manresa.

En toda esa corriente de optimismo, lógica, pero tan alienante para el equipo como las críticas continuadas, los que mejor lo están gestionando son, precisamente los miembros de la plantilla. Si ahora caemos en la contradicción de exigir Copa, nos estaríamos olvidando de nuestra condición y de lo que podemos/debemos esperar de nuestro equipo. Un ambiente de ansiedad tornaría la enorme positividad que se respira en decepción a nada que se encadenen un par de derrotas seguidas (que pasará y no será ninguna tragedia).

Por suerte, algún jugador cuando entró al vestuario en medio de la celebración dijo: "Eh, todo esto está muy bien, pero ahora a ganar a Manresa". También escuché, a Salgado, concretamente: "Si ahora perdemos la humildad y dejamos de respetar a los rivales, mal nos va a ir". Y por último, un jugador me confesaba charlando con él tras el partido, primero, que la sensación dentro del campo de ver que todo el mundo está comprometido es genial y también que ellos tienen muy bien aprendida la lección del año pasado y no van a permitir que esto les haga confiarse un ápice. Me parece la actitud correcta. Y eso que entendiendo que la afición deje volar su mente y piense en algo más. Los que lo hagan, tienen argumentos para ello, pero encontremos un equilibrio. Ya lo dije hace un par de semanas, ni creernos los Lakers, ni acomplejarnos. Que este equipo da para mucho más que sólo la permanencia lo tengo clarísimo.

Pero es que precisamente el no creerse nada más, el trabajo desde la humildad, el partir del esfuerzo colectivo es el gran secreto de este Lagun Aro. No me digan que no era evidente que el GBC estaba demostrando importarle mucho más el partido que al Bilbao Basket, que la distancia entre lo que lo deseaba el equipo de Laso era abismal con el BBB. Es la clave. Sigamos por ese camino.

Y por todo lo dicho, creo que es de justicia reconocer el trabajo de una persona y de su grupo de trabajo. Se ha hablado mucho de si habría que renovar a Jimmy Baron cuanto antes... En ese caso, aunque es un jugador que me convence por completo, creo que hay que dejar que transcurran las jornadas para hacernos una impresión más formada. Pero en el caso de Pablo Laso, artífice de todo esto de lo que estamos disfrutando, creo que sí es el momento de comenzar a nombrar la palabra renovación. Y de ponerse a ello cuanto antes.

Para terminar, a todos los que están recortando la clasificación, a los que toman esto como una anécdota, les invito a romper ese trozo de papel y a pensar que estamos ahí por méritos propios (porque desde luego que no nos han regalado nada). Pero hoy en día la clasificación es lo que menos me importa, ni la miro, porque lo que me transmite el equipo me vale y me sobra para estar más que satisfecho con este Lagun Aro GBC. Este equipo va muy en serio.



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domingo, 7 de noviembre de 2010

No es justo


Lo que sucedió la mañana del domingo en el Madrid Arena no es justo en absoluto. No digo que no mereciéramos perder, lo que sí sé es que no tendríamos que habernos vuelto a casa con 30 puntos de diferencia. El partido apenas dura dos cuartos; el primero, de ensueño, y el segundo, que se convirtió en una auténtica pesadilla. Qué quieren que les diga, en mi opinión, el Real Madrid-Lagun Aro GBC estuvo total y completamente condicionado por la actuación arbitral. No por decisiones puntuales sospechosas, no; estuvo marcado por dos varas de medir completamente opuestas en ambos lados del campo. Es verdad que desde el segundo cuarto no pudimos ver la mejor versión del equipo de Laso, pero también es cierto que no le dejaron. Cuando los blancos subieron su nivel de intensidad y agresividad en defensa, la connivencia arbitral propició una diferencia en el marcador que no se me antoja justa ni real.

Era muy fácil pitar contactos tontos a Doblas o Panko e igual de sencillo era obviar defensas madridistas que no es que se acercaran al límite de la falta, es que lo sobrepasaban ampliamente. Los contactos y el uso de las manos de Tucker sobre Jimmy Baron rozaron lo indecente. Todavía me pregunto cómo el Madrid se pasa todo el segundo cuarto sin serle pitada una falta hasta que en los últimos segundos le señalan la única en ese parcial. Ahí quedó condicionado el partido para los restos. Pero de esto nadie se va a acordar en unos días, quedará la derrota y a nosotros las ganas de saber si el GBC podría haber plantado cara al Madrid en un choque de igual a igual. Desde luego, que el principio fue prometedor; pero sólo nos hizo falta observar los primeros minutos del segundo cuarto para darnos cuenta de que, aunque quisiéramos, no nos iban a dejar salir con la victoria de allí. Llevamos con el tema de la falta de respeto arbitral hacia el GBC desde la primera jornada, en Madrid fue algo tan evidente como frustrante. Y no es justo.

Le podemos dar todas las vueltas del mundo a lo sucedido, mirar las estadísticas mil veces; los 25 balones perdidos, el bajísimo porcentaje de tiro... da igual, todo está condicionado por lo que a unos les permitieron y a lo que a otros no. Lo realmente relevante en este momento es, primero, pasar página cuanto antes, interiorizar que sólo es una derrota y que no pasa nada y no permitir que esto nos afecte ni un ápice, sobre todo en lo moral. Ahora sólo importa llegar al viernes en las mejores condiciones posibles, sobre todo anímicas. La confianza en el equipo sigue siendo absoluta.

Luego está lo que podemos aprender de este partido. Y va sobre prosperar ante las adversidades. Va a haber más días que nos piten mal, que el equipo contrario tenga bula arbitral para hacer lo que le plazca en defensa porque no nos vamos a sorprender ahora de que hay ciertos equipos, entrenadores y jugadores a los que se les mide con otro rasero. Y aún y con eso, cuando nos toque como ayer, debemos ser o intentar seguir siendo competitivos. Porque en lo que a basket se refiere tenemos armas para plantar cara. No se dejen engañar por el resultado de ayer porque no es justo.

Y más allá de todo lo que escapa a nuestro control, preocupémonos desde ya de lo que sí depende de nosotros. Porque igual de real es que un buen número de balones los perdemos por una mala toma de deciones; que más veces de las deseadas jugamos a canasta en desventaja, y no hablo de tirar con un defensor encima, sino de jugárnoslas uno contra dos o uno contra tres en lugar de prosperar en busca de una mejor opción -algo que ayer no era sencillo, dicho sea de paso-.

Pero hay que entender que nuestro segundo cuarto, más allá de lo que piten o dejen de pitar, no ha sido lo que podemos esperar de este GBC. Los cambios, sobre todo en el interior, no han dado la talla. Y en el exterior, más que cualquier otra cosa, me preocupa la falta de un anotador solvente cuando descansa Baron. Ése debía ser Lorbek y es cierto que su falta de confianza o acierto no se lo está permitiendo por el momento. Sería fácil hacer sangre con Alfonso Sánchez pero no creo que sea justo, hay que entender cuál es su rol y todo lo que nos da. A Kone y Skita sí que se les debe dar un buen tirón de orejas, salieron y no sabían de dónde les daba el viento...

Algo que se está convirtiendo en normal en esta primera parte de temporada es la diferencia entre jugar en casa y fuera para Ricardo Uriz. El capitán está siendo brillante en el Donostia Arena, su influencia sobre el partido ha sido siempre amplia y positiva. Por desgracia, lejos de Illumbe aún no ha conseguido sentirse cómodo. Pero seguro que lo hará, ya nos lo ha demostrado muchas veces. Otra realidad es que cuando las cosas se tuercen, hay una serie de jugadores que nunca cejan en su empeño. Con mejor o peor suerte, pero no se rinden jamás. Aunque ayer no fue su día, Uriz es uno de ellos, pero el caso más evidente es el de Albert Miralles. Sigue y sigue pase lo que pase. No hay que acordarse sólo cuando ganamos. Y ayer fue el mejor. Sobre esta lucha, Doblas y Panko son siempre de los primeros en acudir, sin ambajes, sin excusas, no dan cuartel. Pero ayer no les dejaron a ninguno de los dos. Y me da pena y me da rabia quedarme con las ganas de saber qué habría pasado si les hubieran respetado, puede que saliéramos perdiendo igualmente, pero nos quedamos sin saberlo.

Y sobre Jimmy Baron, qué se puede decir... Mientras le dejaron ofreció una exhibición de su clase. Después se convirtió en la víctima de una defensa procaz y sucia que su permisividad roza lo obsceno. Un jugador de sus características tiene que acostumbrarse a ello y seguir encontrando vías hacia el aro, porque ya se puede ir acostumbrando a defensas férreas sobre su persona. Pero de lo dicho, pienso lo mismo al revés de lo que le pitaron a Doblas cuando protegía su aro... Injusticia pura y dura. Que en este partido acabemos con ocho faltas más que el Madrid (y eso que lo maquillaron al final), que en el segundo y tercer cuarto ni se acercan al bonus, habla no de errores puntuales, que lo mismo que los jugadores fallan tiros los árbitros se pueden equivocar. Pero no, aquí hubo diferencia de criterio. ¿De verdad hace el Madrid una sola falta en todo el segundo cuarto? ¿Seguro? ¿En serio?

Así, lo que era una mañana de domingo en la que muchos nos levantamos con ilusión para ver el partido, se tradujo en una tomadura de pelo, una pérdida de tiempo, un simulacro de partido. No quiero ni pensar en cómo se sentirán los aficionados donostiarras que pudieron desplazarse a Madrid... que les devuelvan el dinero. Pero sinceramente, en este caso, no creo que esto sea culpa la tenga el equipo de Laso; el GBC no ha firmado su mejor partido pero ni mucho menos mereció ese castigo.

Y lo voy a dejar claro una vez más, no digo que se pierda por los árbitros. El GBC no ha jugado bien. Pero honestamente pienso que el juego ha estado del todo condicionado por el arbitraje. Y que esto no es justo.

Quizá esté yo muy equivocado y he visto otro partido. En cualquier caso, no decrece un ápice mi ilusión y confianza en este equipo, voy a borrar cuanto antes de la memoria lo sucedido en el Madrid Arena y voy a centrarme únicamente en lo que viene el próximo viernes, que nada más y nada menos significa el primer plato fuerte de la temporada en el Donostia Arena 2016: el derbi frente al Bizkaia Bilbao Basket, un duelo en el que no albergo dudas de que nuestro equipo puede darnos una nueva alegría. Si lo que pasó ayer refuerza incluso la motivación del equipo, si ha herido el amor propio de unos jugadores que son conscientes de que el resultado final no hace justicia a sus capacidades, seguro que el viernes veremos otra vez la mejor cara de un GBC que seguro estará arrancándonos de nuevo aplausos por su buen baloncesto. Hoy, más que nunca, ¡Aupa GBC!


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lunes, 1 de noviembre de 2010

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domingo, 31 de octubre de 2010

Una abismal diferencia


Cada partido que pasa me doy más cuenta de lo poco tiene que ver el Lagun Aro GBC de esta temporada con el de la pasada. El partido de ayer ante Valladolid es el típico que antes jamás se ganaba, el clásico freno a nuestra progresión, cosa que hoy en día parece historia. A nuestro equipo le faltaba ser capaz de desenvolverse con destreza en partidos feos, a contrapié, los que se disputan fuera del guión establecido. Y ahora, según parece, prospera hasta en estas situaciones. Esto me refuerza en la idea de que este equipo es mucho más de lo que ha sido nunca. Para ganar partidos como el que nos ocupa, hace falta cumplir ciertos requisitos que antes nos eran extraños y ahora cada vez más familiares. Por ejemplo, que si te cierran unas puertas, sepas como acceder por otras (circunstancia antaño utópica). Pero también, en un partido cuesta arriba, ganar el rebote por diez rechaces de diferencia, perder menos balones que tu rival y rozar el 90% en tiros libres son una buena base en la que apoyarse.

Y más allá del 4-1 y el puesto en la tabla, me ilusionan esas abismales diferencias positivas respecto a tiempos pasados. Porque algo ha cambiado y lo ha hecho en el mejor sentido. Tenemos un equipo que compite a las duras y a las maduras, con el viento a favor y en contra. Esto último sabía Porfi Fisac que no era la especialidad del GBC, que con el viento en contra los de Laso solían frustrarse. Pero solían, en pasado, ya no lo hacen. Ahora da la sensación de que el Lagun Aro es un equipo lo suficientemente maduro para capear el temporal durante más de tres cuartos hasta que aperece la oportunidad que han estado buscando todo el partido para dar el golpe de gracia. Y en medio de ese temporal, hay un capitán con mano firme para sujetar el timón. A Ricardo Uriz le han concedido tres triples. Prácticamente le han invitado a tirarlos cuando el GBC perdía por diez. Y los ha metido los tres.

Lo mismo puede decirse de Domen Lorbek, que también ha recibido una bonita invitación para mirar al aro y mal que bien la ha asumido, dando de paso un buen tono defensivo que su equipo ha agradecido. Con el que no quería contar Valladolid en la fiesta era con Jimmy Baron, y en un encuentro complicado para él, ha sumado, ha firmado un (meritorio) 3/7 en triples, incluido uno en la recta final de partido que le ha dejado claro al Blancos de Rueda que si pretendía acercarse en el marcador, de eso nada. Me gusta que el jugador llamado a ser la referencia ofensiva exterior del equipo sepa esperar su momento. En un día donde el partido no estaba para brillar, lo importante era salir airoso y Baron lo ha conseguido.

Exactamente igual que lo ha hecho David Doblas. Seguimos con la alternancia de buenos partidos para nuestra pareja titular en el interior; la cruz en esta ocasión para un errático aunque voluntarioso Albert Miralles y la cara para un David Doblas con evidentes signos de madurez.

Hay que tener en cuenta que el Lagun Aro venía de firmar porcentajes en los tiros de dos de 63% y 81% en los dos últimos partidos. Porfi, que no es tonto, ha querido cerrar esa puerta. Pero si te cierran una puerta... 44% en triples para meter 33 de los 59 puntos en juego (sin contar tiros libres), lo que supone más de la mitad.

Con todos estos ingredientes, un partido rudo, duro y trabado se traduce en una victoria más que satisfactoria y la confianza en el equipo crece por momentos. Ya sabíamos que cuando brilla el sol y el acierto aparece, nuestro equipo es competitivo; ahora comenzamos a entender que también puede serlo cuando se ciernen nubarrones y la cosa se complica. Bien por el GBC.

Y me surge la pregunta, ¿qué más se le puede pedir al equipo? Hasta el momento, nada. Pero pensando en lo que se avecina, existe otra asignatura pendiente en el debe del Lagun Aro. Y no es otra que el hecho de que cada vez que ha generado ciertas expectativas, la presión ha hecho presa del equipo y el bajón ha sido acusado. Es una realidad que el GBC firma un récord de 4-1, que le coloca como cuarto clasificado de la ACB, siendo además colíder de la Liga. No hay nada de malo en ello, más bien al contrario, y deberíamos poder decirlo orgullosos en lugar de temerosos por culpa de viejos fantasmas. A estas alturas, ya hemos matado algunos de esos espectros del pasado que vienen a recordarnos antiguas penurias, es hora de acabar también con este temor a aceptar que tenemos mimbres para algo más. Para algo más que sólo aspirar a poner dos equipos por debajo al final de la temporada. Para dar un paso al frente. Creo que hay que gestionar este tema con naturalidad, que no es ni una cosa ni la otra, ni euforias ni complejos. Disfrutemos del buen sabor de boca con el que nos vamos a casa y ya está.

Lo mejor de todo esto es que la próxima semana vamos a Madrid sin nada que perder, nadie le va a exigir al Lagun Aro una victoria frente a los de Messina. ¿Pero porqué no soñar con ella? También es cierto que el calendario va a complicarse y que una despensa llena de victorias dará calorcito cuando lleguen tiempos difíciles. Para eso no esta tampoco nada mal saberse cada día más solventes en casa. Por el momento, ya son cuatro las victorias de diferencia respecto a los puestos de descenso y sólo quedan ocho hasta las doce que suelen traducirse en salvación. Me temo que va a ser inevitable que cierto halo de euforia envuelva al equipo los próximos días, tan importante como saber abstraerse de las críticas en los momentos malos, va a ser hacer lo propio con las loas y los halagos que van a llover a partir de ahora. El equipo tiene que seguir con la misma actitud que viene mostrando: Vamos a por el próximo partido, que lo demás es accesorio.

Y antes de acabar, quiero hacer una pequeña reflexión sobre el asunto quizá más decisivo en la abismal diferencia que marca este Lagun Aro GBC. Es verdad que la riqueza del ataque es amplia, opciones y protagonistas para ejecutarlas los hay de sobra. Pero querer mantener este nivel y sacar este tipo de victorias sin defender, sería como querer que amaneciera por el oeste o como pretender alumbrar el día con luces de tungsteno. Un sinsentido puro y duro. Por suerte, absolutamente todos dentro del equipo están comprometidos con esa causa. Y es lo que está haciendo que un equipo otrora del montón, logre trascender entre la multitud. Tenemos un grupo con grandes dotes ofensivas, pero sin defender no vamos a ninguna parte. Lo bueno de todo esto es que con victorias como la de ayer, cimentadas en el carácter por encima del acierto, comienza a ser palpable una abismal diferencia.

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jueves, 28 de octubre de 2010

Uno Contra Uno: Albert Miralles, ¿cuatro o cinco?

Iniciamos una nueva actividad. Un diálogo desahogado de barra de bar o de café tibio sentados en una esquina de la cafetería del barrio. Un ejercicio de compartir BA-LON-CES-TO sin otro objetivo que intercambiar opiniones e incentivar el debateCarlos Belío y yo mismo (Iker Sagasti) nos enfrascamos en una discusión que puede nos lleve a alguna conclusión y seguro a muchas más preguntas.

 Albert Miralles

¿Es Albert Miralles un 4 ó es un 5 undersize? ¿En qué posición explota mejor sus condiciones? ¿Encaja en lo que el baloncesto actual busca en esa posición?




Carlos
En mi opinión, Miralles es más determinante desde el puesto de 5. Sus condiciones físicas y técnicas rinden más cuando por su movilidad lo hace en esa posición. No tiene un buen tiro ni capacidad para jugar con el bote. Su fuerte en ataque son las continuaciones tras los bloqueos directos y cargar el rebote ofensivo. Cuando se enfrenta a cincos más lentos, les gana por velocidad. En defensa sufre ante pivots grandes que le meten cerca del aro y no es un excelso reboteador.
Sus números la pasada temporada abalan mi apreciación. Es un terminador del juego que le generan sus compañeros. Esta temporada ha tenido su mejor partido, después de sufrir mucho, cuando su compañero Doblas se cargó de faltas y Kone se lesionó teniendo que jugar de 5. ¿Resultado? 15 puntos y 9 rebotes. Eso sí, ante un equipo (Estudiantes) de 5's pequeños y en crisis de juego.


Iker
No puedo estar menos de acuerdo amigo Carlos. Albert Miralles es claramente más determinante y útil jugando como 4, no sólo porque durante su carrera haya jugado sus mejores temporadas en esa posición, sino que su condiciones y características como jugador, en mi opinión claro, se adaptan mucho mejor al ala-pívot que al cinco puro y duro. Quizá no a ese ala-pívot moderno capaz de tirar de tres y atacar el aro de cara con el bote, pero sí ese cuatro clásico que acompaña a un pívot pesado. Tú lo has dicho, Albert sufre con ante pivots grandes y no es un excelso reboteador (añado) cuando está plantado en la zona. Sus prestaciones reboteadoras, sobre todo en ataque, se potencian cuando entra en carrera en pos del balón.
Cuando más cómodo se siente Albert es jugando al lado de un pívot pesado, pero no jugando abierto, sino acompañándole en el entorno de la zona, porque Miralles no tiene kilos pero es veloz jugando al poste. La mayor ventaja que crea Albert aparece al meter a ala-pivots ligeros en la zona y aprovechar sus habilidades al poste para hacerles sufrir. El ejemplo perfecto, el último partido, defendido por Carner-Medley, Clark o Gabriel, se forra a meter puntos bajo el aro. Tal y como está planteado el ataque del Lagun Aro, Albert Miralles se convierte en una pieza más que útil cuando juega como ala-pívot interior, los defensores perimetrales salen muy lejos y dejan a Doblas y Miralles en situaciones de uno contra uno, los entrenadores rivales parecen subestimar nuestro juego interior, pero, sin ayudas, ambos son letales y juntos, mucho más. Los primeros partidos brilló David, el domingo le tocó a Albert, que dicho sea de paso, se sacrificó en las primeras citas ocupándose del trabajo sucio. Sin duda, Albert de cuatro por todo lo dicho y por un último detalle: Él prefiere jugar de cuatro y se siente más confortable en esa posición.


Carlos
Es que su carrera como 4 ha sido mediocre precisamente por el argumento que los dos estamos compartiendo: Es un 5 en el cuerpo de un 4. Eso, en el baloncesto actual donde el prototipo de 4 es el de jugadores capaces de abrir el campo con su tiro y su polivalencia para poder jugar desde el bote, hacen del bueno de Miralles un jugador desfasado. Con sus 205 centímetros y sus kilos "debería" jugar de 4, pero sus características brillan más en el 5. Tanto él como Doblas (jugadores diferentes pero de roles similares en el equipo) aprovechan sus características cuando tienen a un compañero tirador (y anotador) al lado. Ambos brillan cuando Skita, además de otros jugadores como Baron o Salgado, les abre el campo. Los dos en pista ocupan los mismos espacios. ¿Se complementan? Yo creo que hay otras parejas más complementarias y el juego hasta la fecha así lo confirma.


Iker
No pienso que su carrera sea mediocre, al contrario, más bien sólida sobre todo en Italia jugando precisamente de cuatro (su actuación casi le lleva a la NBA); otra cosa es que después no respodiera a las enormes expectativas que había generado su llegada a Pamesa. Por suerte, esa circunstancia es la que propicia que juegue en Donosti, un lujo que tenemos que valorar. Cierto es que poco tiene que ver con el típico ala-pívot que se estila últimamente -en el que, dicho sea de paso, se echa de menos cualidades en la zona, a la mayoría les entra urticaria cuando pisan la pintura-. Donde tú ves un jugador desfasado yo veo un cuatro clásico, ideal para el juego entre pivots que cada día se echa más de menos en el baloncesto europeo de hoy en día (paradíjicamente, equipos prósperos como Barça o Baskonia lo están recuperando con éxito).
Insisto en que tal y como está estructurada la plantilla y la idea de juego que está implementado Pablo Laso este año (muy alejada a la de la pasada temporada), Albert Miralles se me antoja una pieza fundamental jugando como cuatro. Todavía no se ha visto en demasía, pero el entendimiento entre Doblas y Miralles en el entorno de la zona es grande, se conocen muy bien y estando cerca el uno del otro, lejos de molestarse, obligan a los defensores a tener que optar si ayudar o no. De momento no ayudan y los números de ambos han sido buenos de manera alternativa -los dos primeros partidos para David, los dos últimos para Albert-, pero la fórmula funciona y tiene margen de mejora. Hay razones de sobra para argumentar que Miralles es mejor para este equipo como cuatro, en contra está de momento su tiro, que me consta que está trabajando por mejorar. Si calma su ansiedad a la hora de atreverse a lanzar de media distancia lo va a conseguir, porque no tiene mala mano. Pero vamos, que me parece un acierto haber reconvertido el Miralles cinco suplente aunque importante de la temporada pasada en el cuatro titular y pieza clave para el equipo de esta campaña. El tiempo lo dirá.


Carlos
Su carrera es mediocre. De ser una promesa de la excelsa cantera verdinegra (la Penya) a tener que irse a Italia porque nadie en España pagaría la desorbitada cifra de sus derechos de formación al Joventut. De ahí a Pamesa (club que se ha hecho famoso por fichar medianías con sueldos de superestrellas) y al Lagun Aro rebajando ostensiblemente sus pretensiones. En lo de la NBA ni entro porque allí también estuvo sonando un tal Sergio Sánchez (entre otros muchos que seguro conoces). Sobre la vuelta del 4 clasico por parte de Caja Laboral y Regal Barcelona... ¿hablas de Teletovic, de Morris, acaso de Lorbek? De los 3, el único que juega de espaldas al aro es el esloveno, pero es que además sabe jugar de cara con el bote y si no le defiendes el tiro de tres puntos te las clava que da gusto. Vamos, que los 4's clasicos de esos equipos, como que no.
Miralles ha rendido sobre todo cuando jugaba con Skita; cuando sustituía a Doblas en el 5 y en los dos partidos con 5's más delgados de la liga (Menorca y Estudiantes). Es más, de 4 sufre en defensa y hasta la fecha, se carga de faltas, no rebotea lo que un 4 'clásico' debería. La clave en el rendimiento del equipo está en la aportación de Skita. Él sí está, de momento, revalorizándose.


Iker
¿Cincos delgados de la Liga? ¿Caio Torres, Germán Gabriel? Ejem... Y no, no hablo de Morris, Teletubi o Lorbek, hablo de Vázquez jugando con Ndong, de Barac con Splitter la temporada pasada o de Felipelas jugando con Tomic en el Madrid. En todos estos casos, con uno de ellos amenazando en el tiro de media distancia. Una fórmula eminentemente interior que también tiene la opción de cuatro abierto, como el GBC con Skita. De hecho, el año pasado no teníamos esa versatilidad o no queríamos utilizarla y este año sí, gracias precisamente a ese carácter de twinner que tiene Albert, ningún otro jugador de la plantilla podría jugar de 4 y de 5. Creeo que eres muy duro con Albert, a mí me parece un muy buen jugador y una de las razones principales que me hace soñar con que el Lagun Aro aspire a un salto de calidad que le lleve a pelear por algo más que por sólo salvarse.
Dos asuntos en los que me parece que estás siendo un poco injusto con Miralles. Es cierto que ha comenzado cargándose de faltas, pero qué faltas... Tapones legales que le cobran personal, defensas físicas en la pintura que a otros jamás les pitarían; es una cuestión de que nos comiencen a respetar un poco más los árbitros. Esa falta de respeto ante el Estu hizo presa de David en lugar de Albert. Y por último, la comparación con Skita... No es que me queje de lo que nos está dando el georgiano, básicamente es lo que le pido y estoy encantado. Pero lo suyo son fogonazos mientras lo de Miralles una aportación constante durante todo el partido. Con todo lo que padeció el catalán en los primeros partidos, la valoración acumulada en este momento, 38 para Skita, 35 para Albert -uno ha jugado 92 minutos y el otro 93- ¿Y rebotes? 24 a 19 para el catalán, que para tus dudas en esta faceta te diré que es el mejor del equipo en esta suerte del juego. Con papeles diferentes, pero ya que hablas de revalorizarse, no creo que Miralles tenga nada que envidiar. Y a esto, sumando que en defensa está dando muchísimo y que estando Salgado y Uriz hemos pasado por encima de su habilidad en el Pick&roll. Quizá no se ve o no se haya visto tanto su aportación al equipo, pero en mi opinión él es, desde el puesto de cuatro titular, una de las claves del gran comienzo de temporada del Lagun Aro GBC.
Albert de cuatro o Albert de cinco, que cada uno tome su decisión, yo la mía la tengo tomada y está clara: es el ala-pivot titular que necesita el Lagun Aro GBC.


¿Y tú qué opinas?



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